martes, abril 29, 2008

Tsunami no tan silencioso.

La FAO acaba de anunciar que la hambruna podría matar a más de 100 millones de personas (40 países en situación de «extrema emergencia»). El encarecimiento de los precios de los alimentos está causando una enorme crisis alimentaria.
Las causas de la crisis están en el alza del precio del petróleo, el boom de los biocombustibles, el aumento de la demanda en los países en desarrollo y los efectos del cambio climático como son las inundaciones y las sequías que arruinan las cosechas, el consumo desmedido del mundo occidental, los desastres ecológicos juega un papel importante en esta recesión.
Desde esta parte del mundo la escasez es evidente. La ayuda internacional llega, pero no es suficiente para toda la población de refugiados saharauis. Ayer un niño me comentó que sólo hace una comida al día. No es de extrañar, es un milagro que se mantengan sólo con carne de camello y de cabra, algunas hortalizas de la huerta extremeña que se distribuye por todo el municipio de Dajla, gestionada por mujeres saharauis y otros productos procedentes de Argelia a unos precios desorbitados.

Gavilia es tajante, el precio de un cartón de leche ronda el euro, igual que una pequeña caja de té. El aumento de los precios en los alimentos de consumo básico es una tendencia a nivel mundial, y esto tiene visos de continuar durante más años.
Ahora con estas perspectivas de futuro, donde el hambre es y será protagonista, peligra la recepción de la ayuda internacional que llega (y cada vez menos) a los campamentos de refugiados de Tinduf.
Las voces que se oyen son claras, el primero de los Objetivos del Milenio que tan cacareados fueron expuestos por la ONU para el 2015 se convierten en papel mojado si se continúa de esta forma. El principal de estos objetivos es "erradicar la pobreza extrema y el hambre", difícil tarea cuando, según denuncia la FAO, la crisis alimentaria está causando un "tsunami silencioso".

Ali de aproximadamente dieciséis años, uno de los hijos mayores de Denbet, tiene una pequeña tienda en su destartalado coche donde vende productos básicos, tabaco y algún que otro dulce para ayudar en la economía familiar.
Quizás no sepa lo que significa “tsunami” ni sepa la manipulación mercantilista del Fondo Monetario y el Banco Mundial, pero sí conoce en primera persona el significado de carestía alimentaria, la escasez con que se enfrenta él y su familia y los malabares que hace su madre para que coman al menos una vez al día.
Y desde este, llamado "primer mundo" la situación de la crisis alimentaria es preocupante pero para este pueblo exiliado y refugiado, como para otros países pobres, la realidad se convertirá en un verdadero drama.
*Foto Alí con su coche-tienda, su hermano Mohamed y Gavilia.

domingo, abril 27, 2008

La noche.

"..No sé describir la noche en el Sáhara. Las estrellas que iluminan la noche sahariana son inmensas. No las hay así en ninguna otra parte del mundo. Se balancean sobre las arenas del desierto cual enormes arañas de cristal brillante al tiempo que despiden una luz de color verde. Durante la noche, el Sáhara es verde como los infinitos prados de nuestra Mazovia..."
Ryszard Kapuscinski .La guerra del fútbol.

Así describía la noche Kapuscinski. Yo no sabría hacerlo de otra forma, porque, aquí, en medio de la nada, de la noche más profunda, todo me parece una maqueta de una película de época.
El silencio más tangible, luz de luna increíble y estrellas enormes.
El horizonte es de una tonalidad azul claro y de repente la noche. Una belleza irreal, digna de un sueño de cuento.
Y a altas horas de la madrugada, entramos despacio para evitar todo ruido en nuestra casa. Denbet, nos espera, siempre con una sonrisa en sus labios. Se apresura a preparar una cena que habíamos suplicado que no hiciera porque íbamos a llegar tarde. Ella, rotunda se negó en redondo por más que insistiéramos. Y allí estaba ella, silenciosa, cercana.

El pueblo saharaui es de una naturaleza extraordinaria, entregado, humilde, que carece de las cosas más básicas pero de una riqueza grandiosa.
¿Cómo pueden soportar vivir diariamente con el peso del olvido y el abandono internacional? Una omisión dolorosa y cruel donde la esperanza se convierte en una utopía.
Miro a las estrellas y me conmuevo.

sábado, abril 26, 2008

Camino del hospital.

Esa misma tarde nos preparamos para visitar el centro sanitario de Dajla porque además de material escolar llevábamos diversas medicinas y material quirúrgico que fue donado por compañeros de trabajo de mi hospital.

Nos llevaron en coche, atravesando el campamento. El polvo cubría a cada paso las ventanas pero se distinguía todo lo que sucedía a nuestro alrededor. Una realidad dura, cruda se introducía en nuestros ojos occidentales.


Niños y niñas jugando en la arena, tragando tierra, y siempre con una sonrisa en sus rostros. Descalzos, cubiertos de arriba abajo de ese polvo fino del desierto pero felices al fin y al cabo.


Mujeres acarreando agua, bajo un sol inclemente, llevando comida a los camellos de los que son más afortunados y adquieren alguno.
Muchas cabras ingeriendo cartón, plásticos, telas, entre una inmensidad de tierra baldía del desierto. Sin rumbo fijo, quizás buscando una brizna de hierba que por algún milagro de la naturaleza esté escondida y deseosa de ser descubierta. Era desolador contemplar una instantánea de su cotidianidad. De un pueblo desarraigado de su propia tierra, sobreviviendo en un infierno en vida, bajo una inexplicable condena y en un olvido globalizado. En un paupérrimo mar eterno con un poder de adaptación impresionante, admirable e incluso tan triste que daban ganas de llorar.
Y por caminos de tierra, carreteras invisibles que nuestro conductor conocía llegamos por fin al hospital de Dajla.
La entrada es amplia, un pequeño y gran hospital que acoge a casi 200.000 personas y sólo dispone de dos médicos que tienen que enfrentarse sólos siempre que los cooperantes se van.

Los médicos saharauis -la gran mayoría formados en Cuba- se están marchando en los últimos años a trabajar a España y a otros países, donde ganan 50 veces más, con lo que las carencias de atención sanitaria son cada vez más urgentes, (los especialistas saharauis cobran 50 euros al trimestre por trabajar duramente en el hospital de sol a sol todos los días de la semana).
Una vez dadas las medicinas y diversa alimentación en polvo para bebés nos quedamos desolados ante la escasez del pequeño dispensario. Lamenté no haber traído más.
En esos momentos había una urgencia de un bebé con una sospecha de meningitis y algunos médicos cooperantes andaluces estaban tratando de diagnosticar conjuntamente con los sanitarios saharauis.

Mientras, nos enumeran las patologías más frecuentes que sufre la población: desde enfermedades oculares a causa del polvo, la hipertensión por la mala calidad de agua pues contiene un índice importante de metales.

Otras enfermedades como el bocio es muy alto en los campamentos debido sobretodo al elevado nivel de yodo y flúor del agua de los pozos bajo la arena. A esto también se le suma la sospecha de que la leche de cabra podría estar envenenada ya que como pudimos comprobar durante el trayecto al hospital, éstas comen cartones viejos, papel, basura (que incluye pilas) y eso repercute en la leche que producen, un alimento básico que ingieren los niños en los campamentos.
La anemia también está presente por la escasez de alimentos, y esto afecta a toda la sociedad saharaui. Además inciden en las mujeres durante el embarazo lo que complica mucho la gestación.
Muchas mujeres dan a luz en sus jaimas, pero otras deciden acudir al hospital que dispone una sala de partos, con una antigua pero eficaz incubadora, (foto).

Nos enseñan la sala de formación. Aún la pizarra continúa escrita. Dan mucha importancia a la docencia para mejorar la calidad de la asistencia sanitaria, a la prevención, a pesar de las terribles deficiencias que padecen. (Foto aula de formación).

Y como ya pudimos comprobar este hospital no dispone de material ni equipamiento quirúrgico por lo que cualquier intervención, por muy sencilla que sea debe hacerse en el de Rabuni, a más de tres horas de viaje.

Una doctora cooperante nos comenta que un cargamento entero de material sanitario y material escolar se ha quedado retenido en el aeropuerto de Argelia. Y de todas las carencias que observamos, se le suma este tipo de suerte que tiene que padecer toda la población civil.
Salimos del hospital de Dajla con mal cuerpo, el sanitario vuelve a la urgencia del bebé con meningitis y aún veo en mi memoria ese dispensario de medicinas semi indigente.

Las vidas de los exiliados saharauis, su presente frente a nuestros ojos, nítida, transparente, reveladora.
Las últimas noticias proveniente de la ONU son además decepcionantes: el enviado de Ban Ki-moon para el Sahara Occidental considera que el objetivo de la independencia no es «realista». Peter Van Walsum, representante del Secretario General de Naciones Unidas para el conflicto de la ex colonia, puso de manifiesto el lunes ante el Consejo de Seguridad su opinión personal al dar a entender que el Frente Polisario debería renunciar a la creación de un estado.
Hablan de realidad como el que habla de patatas. ¿Conocerán las deficiencias, las enfermedades que asola en este rincón del mundo...?. ¿Acaso conocen la realidad diaria del pueblo saharaui que lucha por su propia supervivencia durante 33 años de forma pasiva?. ¿Acaso su diáspora, acaso su expropiación de una tierra legítima?. ¿Conocen el significado de dignidad?.
Quizás esa tierra del desierto que sin percatarse de su existencia les ha nublado y minado los ojos, la conciencia, la humanidad. Ahí radica el problema. En un mar eterno de una total falta de humanidad.

jueves, abril 24, 2008

El lenguaje del té.


El primer té es amargo cómo la vida.
El segundo es dulce cómo el amor.
El tercero es suave cómo la muerte.

El calor se introducía a través de las ventanas, entre las paredes de adobe. Las moscas se volvían cada vez más molestas, zumbando, aterrizando en la humedad que desprendía nuestros rostros.
Cientos de ellas. En mesas, paredes, cortinas.
Ajeno a ellas, Kofi seguía observándonos y nosotros estábamos encantados con él. Su inocencia, su cariño en nuestras primeras horas con la familia.

La casa se componía de una cocina pequeña, una estancia donde nos instalamos para dormir, dos pequeños cuartos, uno para asearse, y otro de almacén el cual guardaban las pertenencias más valiosas. El baño estilo turco, y por supuesto la jaima.

Después de comer nos dirigimos a la jaima donde nos esperaba Denbet y una mujer joven, de unos dieciocho años. Era Gavilia, una chica de gran corazón que nos acompañaría durante toda la semana. Gavi, como después la llamaríamos, nuestra hermana saharaui.
Y estaba preparando té.

El té es todo un ritual para el pueblo saharaui. Se realiza casi las 24horas del día y junto a él se reúne la familia, vecinos, amigos, visitantes... Es un té verde que se importa de China, algo que nos sorprendió. Observando el proceso, primero ponen en una tetera agua y después la ponen a calentar usando brasas. Con el agua caliente vierten aproximadamente medio vaso de té en la tetera y así hierve durante un tiempo. El primer hervor del té lo suelen tirar porque es muy amargo y posteriormente hierven agua tres veces con el mismo té.

*Fotos, Gavilia con el té. Imagen de Dajla al atardecer. Placa solar.

Mirábamos extasiados cómo Gavilia vaciaba un vasito y lo llenaba y lo volvía a vaciar, rápidamente, sin verter ni una gota. Así repitiéndose continuamente, para que la espuma suba. Era un movimiento casi hipnótico, tranquilizador. Su agradable y cálido olor inundaba toda la estancia. Cuando ella consideró que estaba listo nos lo ofreció.
Una sonrisa, una mano extendida, amistosa, con sumo respeto, de bienvenida.

Estábamos en casa. La sensación era esa. El aroma, el sabor de ese té ofrecido era una sensación acogedora. Cuando bebía miré mí alrededor. Una jaima limpia, preciosa, una joya en mitad de la nada, dignidad en cualquier rincón.
La televisión, que no sabría decir de qué año era ocupaba un extremo de la tienda, sus cables estaban conectados a una pequeña placa solar que vimos a la entrada. Tecnología punta en casitas de adobe, simplemente asombroso.

Gavi sabe hablar español. Estuvo pasando unos meses de vacaciones en España y aún lo recuerda con nostalgia. Nos presentamos y mientras todo lo que decimos se lo traduce a Denbet que asiente lentamente. Les contamos el proyecto de lápices porque en un principio se sorprendieron de la cantidad de maletas que llevábamos y nos dan las gracias.
Pero las gracias se las tenemos que dar nosotros a ellos, por esa bienvenida, porque realmente, estamos en nuestro hogar. Es el propio y único lenguaje del té..,un idioma universal que hace que nos encontremos junto a nuestros hermanos y hermanas saharauis. Y ya nada ni nadie nos hará olvidar cómo hablaba ese líquido ámbar desde el primer momento que estaba sobre las brasas.

martes, abril 22, 2008

Lápices llega a Dajla.

Dajla surgió en medio de la nada. De un inhóspito desierto, una tierra estéril, yerma, rojiza con un infinito horizonte. Una imagen irreal, camuflada, parte integrante de este mar evaporado, silenciosa como un animal dormido.

Como si de un espejismo se tratara, apenas se definían las figuras de las jaimas. El viento, la arena recorrían el vasto paisaje. Cabras, camellos soportando un sol inclemente...se difuminaban mientras recorríamos en coche una carretera de arena fina y el polvo se introducía de forma implacable en las fosas nasales, ojos, pliegues de la ropa, uñas…

Los niños saludaban al paso de nuestros coches. Descalzos, con amplias sonrisas y dientes blanquísimos. De las casitas de adobe y jaimas aparecían mujeres ataviadas con la típica melfa, enormes gafas de sol y guantes que tapaban con empeño sus manos.


Llegamos al punto de encuentro donde nos asignaban una familia de acogida. Nuestra familia saharaui.
* Mujeres, hombres y niños de Dajla recibiéndonos.


Todo el material escolar, 120 kilos llegó sano y salvo a Dajla. Después de casi 180 kilómetros que separan Tinduf con Dajla, de los cuales 120km están asfaltados y 40 en pleno desierto las maletas estaban irreconocibles por la cantidad de polvo acumulada.
Mucha gente se agolpaba alrededor de todos nosotros, observándonos. Un pequeño examen visual que era mutuo, con curiosidad y respeto.

Nos asignaron una familia que desconocíamos sus nombres. Y nos dejamos llevar con todas nuestras maletas y en la entrada de una casita de adobe apareció un niño de unos tres años, desnudo de cintura para abajo, descalzo, de mirada limpia y transparente y una sonrisa que nos robó a todos el corazón. Más tarde supimos que era Kofi, el pequeño de una grandísima y magnífica familia.
*Foto Denbet con el pequeño de la familia Kofi.

Una vez instalados nos pusieron inmediatamente bebidas frescas y nos presentaron a Denbet Lkenti la madre de una familia integrada por seis niños varones y viuda desde hace pocos años.

Denbet es de personalidad tranquila, anda por la estancia casi deslizándose, sin ruido. Transmite una gran serenidad y me inspira una gran confianza. A todos nos llamó la atención esta mujer atenta, amable, discreta y sobretodo, silenciosa.

Puso inmediatamente la mesa y comida abundante siempre alerta de que no nos faltara de nada.
Kofi revolotea alrededor, nos observa, desliza con su pequeño dedo la piel de nuestros brazos. Sus ojos brillan de una forma espectacular.
Estamos con el increíble pueblo saharaui por fin.

lunes, abril 14, 2008

Nuestras manos, vosotros y lápices: ¡Despegamos!

Después de varios meses trabajando por los niños y niñas saharauis os podemos decir que hoy mismo tomamos rumbo a los campamentos saharauis en Tinduf, Argelia. Iremos con la organización Fisahara que celebra su quinta edición. Este festival nació con la finalidad de sensibilizar y dar una parcial solución a las necesidades detectadas, en lo referente a ocio, actividades culturales y de formación audiovisual, entre la población de refugiados saharauis de los campamentos de Tinduf.

El objetivo es realizar actividades de difusión cultural enmarcadas en el ámbito cinematográfico. Además del componente cultural y de entretenimiento, este proyecto tiene como objetivo acercar a la opinión pública internacional a la situación que vive el pueblo saharaui en el exilio y a su digna sobrevivencia en el desierto esperando la realización del referéndum de autodeterminación.

Nosotros, partiremos con casi 120 kilos de material escolar que repartiremos por los colegios del campamento Dajla. Esto no ha sido posible sin vuestras aportaciones, ya sea con donaciones de material escolar específico o con dinero en metálico.

Una novedad será la retransmisión mediante radio de nuestras crónicas que posteriormente se publicarán en el blog. En concreto es en la emisora PUNTO RADIO 88.3-88.5 FM.

Gracias por el apoyo incondicional de todos aquellos que creéis en nosotras, en este proyecto de acción directa, sin intermediarios y que tan bien nos habéis ayudado para que hoy podamos partir repletos de ilusión y lápices a las diferentes escuelas del desierto.


sábado, abril 12, 2008

El hombre que abrió camino al mar.

Hola permítanme que me presente.
Me llamo Esperanza, aunque podéis llamarme Espe. Me llamo Esperanza y vivo en el desierto.
Muchas personas creen que el desierto está realmente desierto, pero eso no es del todo así.

En este lugar viven camellos y camelleros, cabras y cabreros, y escorpiones, moscas y aventureros llegados de todas partes del mundo. Dicen que el Sáhara es enorme aunque yo solo he visto un trocito. A mí, en realidad, me gustaría viajar por todo el mundo.
Sáhara significa desierto, así que cuando la gente dice el desierto del Sáhara, es como si dijeran el desierto del desierto. De aquí en adelante diré simplemente que vivo en el Sáhara.

Me llamo Esperanza y soy una cabra que vive en el Sáhara.
Aquí también viven personas. Personas que no estaban aquí hace cuarenta años.
Algunas nacieron aquí, y sus padres también, aunque este no sea un buen sitio para nacer y vivir. No es fácil siquiera para las cabras. Algún listillo dirá: “oye que las cabras no pueden hablar”. Bueno, yo respeto todas las opiniones. El caso es que yo soy una cabra y sé hablar. Y un día hasta aprendí a leer. Y no sólo eso. También se contar historias, y la que voy a contar sucedió allí en el Sáhara:
Luali Mahmud tenía trece años cuando le conocí. Había nacido en el desierto, como yo, y cuando le mirabas de cerca sus ojos hablaban, te contaban que él también soñaba con lugares lejanos. Un proverbio saharaui dice que “el pensamiento es como salto de liebre”. Luali tenía los ojos llenos de liebres saltarinas.

Luali encontró un día las botas de su abuelo al pie de la duna por la que los dos solían pasear. Le extrañó mucho pues el abuelo jamás habría olvidado aquellas botas, regalo de un extranjero que se había convertido en su hermano. Pensó que si esas botas estaban ahí, él andaría cerca. Quizá habría sufrido un accidente. El chico subió a una colina y oteó por los alrededores, pero no le vio. Gritó su nombre pero nadie respondió. Por respeto, decidió no tocar las botas por si su dueño volvía de algún corto viaje. El abuelo vivía solo en una casa de adobe, próxima a la de su familia. Luali no dijo nada a sus padres sobre su ausencia, y nadie se preocupó porque no hubiese llegado a casa porque a veces dormía en la jaima de algún amigo.

*Foto H.Zin. Campamentos de refugiados saharauis. Dajla.

A la mañana siguiente, el anciano no había regresado. A la vuelta del colegio Luali encontró a su madre preocupada. Después de comer, volvió a la duna donde allí seguían las botas, intactas. Le buscó por los alrededores pero no encontró rastro de él. Al regresar al campamento, Luali vio a Chejdan con quien solia jugar a las damas.

- ¿Ha visto usted a mi abuelo?
- Tu abuelo ha ido donde quería ir – dijo el anciano.
- Pero ¿adónde?. Chejdan respondió con una frase enigmática
- “La cuerda te orienta hacia donde esta atada”.

Volvió a casa y contó a su madre donde y como había encontrado las botas. Para sorpresa de Luali, la mujer solo musitó con tristeza:
- Hijo, a este paso, acabaremos por quedarnos solos.
Luali no volvió a saber nada de su abuelo.

Ya os he dicho que soy una cabra y que naci en el desierto. Mis hermanas y yo caminamos todo el dia por los campamentos escuchando noticias y chismes, y nos enteramos de cosas que no suele conocer mucha gente.
El abuelo de Luali se llamaba Ali Salem y había nacido junto al mar, en una aldea de pescadores. Tenia mujer y tres hijos cuando la guerra le llevó, primero a las trincheras y luego al campamento de refugiados.
Ali Salem vio como con el tiempo se levantaban jaimas y se alzaban casas de adobe. Pasó un año, y luego otro, y luego otro… sus hijos crecieron y tuvieron hijos…
El anciano pregonaba que un día dejarían ese lugar inhóspito y que volverían a sus casas, junto al mar. Se lo decía a sus amigos, pero también a los extranjeros que de vez en cuando iban a visitarles.
- Este es el ultimo año que pasaremos aquí - les decía – el próximo volveremos a nuestra tierra…

Luali era el mayor de los nietos de Ali Salem. Desde pequeño, solia llevarle a las afueras donde comienzan las dunas, y señalaba con el dedo:
- Cruzando ese desierto llegaremos al mar. Y allí encontraremos nuestra tierra.

Pero Luali miraba a lo lejos y no veía mas que arena.
Nadie se preocupa de las cabras. La gente habla a nuestro lado sin percartarse siquiera de nuestra presencia. Luego nosotras comentamos lo que oímos…
- Nos han olvidado – oíamos murmurar a Ali Salem las ultimas semanas – el mundo nos ha olvidado.

Por lo visto, el mundo no era el único que olvidaba:
- Ya no recuerdo el olor de la sal en el aire – se quejaba Ali Salem a otro anciano.
- Ni yo el sabor del agua fresca recién sacada de un pozo – respondía el segundo.
- Yo olvidé los colores de los prados a los que mi padre solía llevarme a pasear – se lamentaba un tercero.

Una mañana observé a Ali Salem entregar una carta a un amigo.
- Quiero que le des esto a mi nieto cuando cumpla 14 años – y le tendió un sobre.
Al dia siguiente, observé al anciano pasear por las dunas. Vi como se quito las botas y echó a andar. Le vi alejarse y traté de que volviera, lo juro. Le vi perderse en el horizonte, hacia el mar soñado.
Muchos de ustedes diran que somos unas cochinas, pero algunas cabras saharauis comemos papel. Una vez que te acostumbras al sabor de la tinta, la celulosa prensada está incluso rica. Llega un momento en que de tanto comer papel, aprendes a leer. No me pregunten como, pero aprendes. Cuando alguna de nosotras come alguna noticia que habla del Sáhara, va rápido a contárselo a las demás. Pero esto sucede muy pocas veces. El mundo tiene otras muchas cosas en que pensar. No quiere saber nada de esta gente.

Tenía razón el abuelo de Luali, ¡les han olvidado!
Por las mañanas, Luali siguió yendo a la escuela, pero le costaba trabajo atender a sus deberes. Miraba a la ventana, no dejaba de pensar en su abuelo y se repetía una y otra vez un proverbio de sus antepasados: “la muerte es obligatoria, la esclavitud no”.

Cuano Luali cumplió por fin catorce años, el amigo de su abuelo le entregó la carta. Luali la leyó en silencio y al acabar, se la guardó en el bolsillo de atrás de su pantalón y yo sentí ganas de comerme la carta, el bolsillo y el pantalón entero.
El chico preparó una mochila y cuando aparecieron las primeras estrellas, emprendió el camino hacia las dunas. Luali no se ha ido solo. Algunas cabras le acompañamos en el viaje. Si tiene sed, le guiaremos hacia un pozo o le daremos de beber nuestra leche. Si tiene hambre, le ofreceremos nuestra carne.

A la mañana siguiente, como podéis imaginar, las zapatillas de Luali aparecieron en la arena, en el mismo sitio en el que meses antes habían aparecido las botas de Ali Salem. También él había decidido emprender un largo viaje, cruzando el desierto, en busca del mar.
No es seguro que llegue. Es probable que no. Tal vez, un día, sus huesos y los nuestros aparezcan en la arena. Pero no importará porque a Luali le seguirán otros, y luego muchos más, hasta formar un sendero de huesos que nos guie hasta nuestras tierras, al borde del mar.
Quizá ese día, nosotras, las cabras libres, y ellos, los hombres y mujeres con esperanza, seamos noticia en algún periódico.
.....
"El hombre que abrió camino al mar" cuento perteneciente al libro "7 cuentos crudos" de Ricardo Gómez, fue relatado por Alex, de Miradas del mundo, el pasado 4 de abril, con una magnífica interpretación y que a todos nos conmovió. Hoy he querido dejar este cuento para todos vosotros que seguís Lápices, espero que os guste.


miércoles, abril 09, 2008

Trampled Rose, el hogar de las rosas en Etiopía.

Wobete tenía tan sólo 13 años cuando quedó embarazada. Se había casado a los 11 años, poco antes de su primera menstruación, y su cuerpo pequeño y poco desarrollado no estaba listo para las exigencias del parto. El niño nació después de cinco días agotadores de parto en su hogar, pero estaba muerto.
Como resultado del arduo y prolongado parto, Wobete sufrió desgarros que la dejaron dañada. Tenía un orificio, o fístula entre la vejiga de la orina y la vagina, y otro entre la vagina y el recto, por lo que no podía controlar sus funciones excretoras normales y las heces y la orina le resbalaban continuamente por las piernas. Su marido la rechazó sin contemplaciones y la envió de vuelta a la casa de su familia.
La madre de Wobete la llevó a la clínica de salud del gobierno, en la ciudad principal de la provincia, Bahir Dar, Etiopía, pero las enfermeras le dijeron que no podían tratar a la niña y le aconsejaron llevarla a Addis Ababa, la capital del país, lo más rápidamente posible, porque si seguía sin tratamiento podía morirse de infección y deficiencia renal. La familia vendió una vaca para pagar el viaje de tres días y llegó con Wobete a las puertas del Hospital de Fístulas de Addis Ababa sin un céntimo...

Historias como estas son habituales en Etiopía. Niñas transformadas en mujeres casi sin darse cuenta, sufren de la fístula obstétrica y son excluidas socialmente por este estigma.

Las causas subyacentes del problema son embarazos a edades demasiado jóvenes, la pobreza, la malnutrición y la falta de educación.
Es especialmente común en el África subsahariana, donde la población tiene dificultad en obtener atención sanitaria de calidad. La Organización mundial de la salud (OMS) estima que por lo menos 8.000 mujeres etíopes tienen nuevas fístulas cada año. Aunque alrededor de más de 25 millones las mujeres están afectadas en el continente africano, un mal que en Europa y América se erradicó en el siglo XIX.

Quiero hablaros de Becky Kiser , una mujer norteamericana que descubrió durante un viaje turístico a Etiopía la realidad a la que se enfrentan estas mujeres que sufren de fístula obstétrica, el trauma fisiológico que convierte sus vidas en una pesadilla y les condena a sufrir el rechazo social más absoluto. Conmovida por su situación y decidida a ayudar a estas mujeres, Becky creó "Trampled Rose", una organización que hoy acoge y atiende a cientos de mujeres mientras esperan a ser admitidas en el hospital de Addis Ababa para ser operadas.

Becky visita nuestro país para ofrecer una conferencia y nos hablará de las mujeres que padecen este estigma, rosas etíopes que vuelven a tener un lugar para la esperanza.


El próximo Viernes 11 de abril de 2008, de 11 a 13 horas, en la Facultad de Medicina (UAM), Aula Magna C/ Arzobispo Morcillo s/n . Metro Begoña, Autobuses L-67,132,124,135.
Os esperamos.

martes, abril 08, 2008

Quinto aniversario del asesinato de José Couso.

1826 días de luto para la Libertad de Información, 1826 días donde se grita:
Que el Gobierno de Estados Unidos:
1- ESCLAREZCA los hechos sucedidos.
2-Preste COLABORACIÓN a la Justicia Española, como le obliga el vigente convenio de cooperación judicial suscrito con España.
3-CUMPLA con la Legalidad Internacional observando los Convenios de Ginebra.

Que el Gobierno de España:
1-Presione y exija con firmeza a las autoridades estadounidenses la colaboración con la Justicia Española.
2-Transmita al Fiscal General del Estado su obligación de investigar este caso de acuerdo al imperativo de observar y cumplir la Convención de Ginebra.
3-Preste toda la colaboración a la Justicia Española en el marco del proceso abierto por la Audiencia Nacional.

Que la Unión Europea:
1-Ampare a la Justicia Española ante los reiterada nula colaboración de las autoridades de los Estados Unidos.
2-Se implique firmemente en la investigación y denuncia de los asesinatos de periodistas sucedidos en Iraq.

José Couso murió con su herramienta de trabajo: su cámara, y la profesionalidad vestida de información veraz y directa. Rememoramos ese fatídico día, 8 de abril como recuerdo contra la más desoladora impunidad e injusticia.
Vídeo: Muertos de segunda.

lunes, abril 07, 2008

Infames fechorías.

La llama olímpica recorre calles rodeada de recios guardaespaldas, percatándose de su propia fragilidad debido a los incesantes sabotajes de los activistas pro tibetanos y de los derechos humanos en China.

Hoy no se ha podido evitar la extinción de la llama en París, dicen que para evitar males mayores.
Curiosamente Pekín ha calificado estos actos por infames fechorías”. Refiriéndose a los manifestantes que interrumpieron la maratón de la antorcha olímpica en las calles de Londres.
Acciones de personas que defienden los derechos humanos, la población civil que grita y actúa frente a la vergüenza mundial llamada Pekín 2008 donde no llega la denuncia de la Comunidad Internacional y sí la ética ciudadana.
Foto. Tres activistas se suben al Golden Gate para colgar carteles y banderas contra China- AP

La antorcha de la vergüenza y de otras "infames fechorías" made in China.
Amnistía Internacional mediante su campaña ¿Y tú a qué juegas? nos deja una larga lista de constantes violaciones de todas las libertades fundamentales en China:
Los activistas que informan más ampliamente de violaciones de derechos humanos, cuestionan las directrices consideradas delicadas desde el punto de vista político o tratan de atraer a otras personas a su causa soportan cada vez más abusos.
Hay cada vez más informes sobre “arresto domiciliario”, tortura o juicio injusto de activistas chinos y sobre ampliación de los sistemas de detención sin juicio en Pekín en el marco de una operación de “limpieza” de la ciudad de cara a agosto de 2008.
A pesar de la adopción de una nueva reglamentación orientada a permitir que los periodistas extranjeros tengan más posibilidades de informar sobre acontecimientos de interés mediático en China, continúa la campaña represiva contra el periodismo nacional: encarcelamiento de periodistas y escritores, despido forzoso de personal empleado en medios de comunicación y clausuras de publicaciones.

Persiste la censura sobre Internet, que sigue llevando al cierre de sitios web, así como a endurecer más su control mediante la adopción de restrictivos reglamentos durante los últimos meses.
Muchas palabras que se consideran políticamente delicados siguen siendo inabordables, incluida la represión de Tiananmen de 1989, Amnistía Internacional, etc. Además, la lista de asuntos sufre continuos cambios. Las personas que caen en desgracia con los censores, aún pueden ir a dar a la cárcel o ser puestos bajo vigilancia rigurosa.

Decenas de periodistas y escritores se encuentran presos en China por informar de cuestiones consideradas delicadas desde el punto de vista político. Entre estas personas figura Shi Tao, que cumple una condena de 10 años por haber enviado un mensaje de correo electrónico sobre Tiananmen. La empresa Yahoo proporcionó a las autoridades chinas los datos de usuario de la cuenta de Shi Tao que sirvieron para condenarlo.
China es el país donde se llevan a cabo casi el 65% de todas las ejecuciones del mundo: en 2006 fueron ejecutadas al menos 1.010, aunque otras fuentes elevan la cifra entre 7.500 y 8.000.
Una larga lista que China no puede esconder por más tiempo. Es curioso cómo califican de fechorías actos que deberían recapacitar mentes dictatoriales que se encargan de organizar unos juegos olímpicos tan empañados con el beneplácito del COI y los intereses económicos de la inmensa mayoría de los países participantes.
Y mientras el portavoz de tan "ilustre frase", insistió en que la antorcha representa la grandeza de los ideales olímpicos de "paz, amistad y armonía" y por este motivo China decidió enviarla hacia una procesión global para animar a la gente "a que juntos construyéramos un mejor mañana".
Ahí queda eso.

jueves, abril 03, 2008

“Están esperando que vayamos a la guerra para incluirnos en su lista de organizaciones terroristas.”

Entrevista a Maima Mahamud Nayem.
Secretaria de Estado de Asuntos Sociales y Promoción de la Mujer del Frente Polisario.
Ingeniera en Telecomunicaciones y Electrónica. Fue elegida como miembro de la UNMS en el IV Congreso de la UNMS. Creó en 1999 la Escuela de Mujeres de Dajla, un proyecto piloto que sería replicado en los demás campamentos de refugiados saharauis.
Una mujer emprendedora, luchadora, defensora de la educación y de la libertad. Hoy nos habla.
*Foto Hernán Zin.


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Maima, ¿Cómo surgió la idea de la Escuela de Mujeres en Dajla?

Surgió a raíz de la fuerte demanda de formación que tenían las mujeres desde los primeros años de su exilio en los campos de refugiados y después para dar formación a las jóvenes que por distintas razones no han podido continuar sus estudios, así que la idea de esta escuela nació de las propias mujeres.

Durante todos estos años el logro que habéis conseguido en la escuela es evidente. No sólo se han graduado 679 mujeres, sino que además ¿os autogestionáis por vuestra cuenta…?
Bueno autogestionarnos…no mucho, ya que dependemos del 100% de la Ayuda Internacional pero sí que es verdad que el verdadero logro lo tienen las mujeres por estimularnos a seguir en nuestro proyecto y conseguir el reto de obtener la confianza en nosotras mismas para adquirir conocimientos y formación ya que antes ellas preferían ser enseñadas por el más ignorante de los hombres que llegar a ser la más brillante de las mujeres.

¿Qué significado tiene para ti Maima, ser mujer musulmana en el siglo XXI?
Ser musulmana y mujer en este siglo no vende y muchas veces se nos mira mal por el pañuelo que llevamos o por color de nuestra piel. Para mí y para cualquier mujer musulmana, el verdadero reto y objetivo es cambiar la imagen del mundo musulmán en las mentes de los occidentales. No todos somos terroristas ni somos sumisas, ni debemos pagar los platos rotos de otras personas que tienen pensamientos extremistas. Recordar que el Sáhara es un país laico y el lugar de las mujeres saharauis es un lugar muy privilegiado comparado con las demás mujeres del mundo árabe y de Europa. Sólo para haceros una idea somos las únicas mujeres que no sufrimos el maltrato físico y nuestra sociedad ha impuesto la Ley de rechazar a cualquier hombre que levante la mano a una mujer.

¿Te has encontrado con alguna dificultad que son provocadas por los hombres saharauis?
Importantes dificultades digamos que no me he encontrado, pero sí desconfianza en nuestros proyectos por ser una iniciativa gestionada por mujeres y se pensaba que por ese motivo no tendría continuidad.
En el Sáhara o en cualquier país del mundo a las mujeres nos cuesta más trabajo tener éxito y demostrar nuestra valía que a los hombres. Desgraciadamente esto es así. Además tenemos que trabajar el doble ya que nuestro proyecto no es muy prioritario con tantos otros proyectos que hay preferentes en los campamentos como es la educación de los niños y niñas, la alimentación de los refugiados o de la sanidad.

¿De qué forma abordáis la prevención, seguimiento de enfermedades asociadas a la mujer junto con el control de embarazo, parto y puerperio?
Damos mucha importancia a la prevención. Hacemos conferencias cada 15 días sobre enfermedades como hepatitis, VIH y otras enfermedades. También cuidado durante el embarazo y puerperio. Todo lo que hacemos es a nivel teórico en nuestra escuela.
El Ministerio de Sanidad tiene un programa para que cada mujer embarazada tenga un seguimiento para ellas y su bebés recién nacidos pero tenemos la dificultad añadida de la falta de medios y de personal especializado lo que hace que muchas mujeres opten por las técnicas tradicionales, tanto así es que la mayoría de las mujeres dan a luz en sus jaimas en compañía de la familia
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Muchos niños y niñas viajan a España para pasar sus vacaciones de verano con diversas familias españolas. ¿Cómo se adaptan posteriormente estos niños a las duras condiciones del desierto después de ver la opulencia y el consumismo de Occidente Maima?
Todos los saharauis tenemos una fuerte educación que nos une a nuestra familia, tanto así que es imposible ver que alguien pueda vivir solo o que esté abandonado. Esta educación es la que permite que todos los niños quieran volver encantados a su hogar, a sus jaimas con sus padres naturales aún después de ver las comodidades y el consumismo de Europa.
Para estos niños es una experiencia muy positiva porque les da un conocimiento profundo de lo que significa la vida moderna. Recuerda que todos han nacido en campos de refugiados, no tienen idea de lo que es la vida de Occidente, ni que es el agua corriente, ni la electricidad, así que para mí esas vacaciones les da una oportunidad además de las revisiones médicas, un cambio en la alimentación, etc. Es un complemento educativo también y es lo mínimo que podría hacer España por todos nuestros niños y niñas víctimas directos de este conflicto.
Se les puede preguntar a las familias españolas acogedoras si los niños quieren quedarse en España o irse con su familia en los Campamentos de Refugiados.

Los largos años de exilio, el olvido de la Comunidad Internacional y del Gobierno español... ¿cómo afrontáis vosotras el día a día este abandono?
El día a día de nosotras es lo más incómodo que hay. Soportamos una incertidumbre y una enorme inestabilidad psíquica y emocional desde hace más de treinta años. Aquí no podemos planificar más allá de un día. Es tremendamente duro, que no lo puede imaginar nadie que no lo sienta en primera persona.
No hay palabras que puedan describir nuestra decepción, con España y con la Comunidad Internacional. Les estamos ofreciendo una resistencia pacífica que nadie valora. Están esperando a que vayamos a la guerra para incluirnos en su lista de organizaciones terroristas. Eso es muy triste porque hay personas que están sufriendo este olvido, generaciones que van pasando de unas a otras con el único testigo del olvido.

Se escuchan voces de que el pueblo saharaui puede pasar a la lucha armada para que reaccione el mundo…¿Cual es tu postura frente a la guerra?.
Personalmente no me gusta la guerra y pienso que al final las guerras sólo traen penas, desgracias, huérfanos, viudas…en fin para qué sumar más sufrimiento al pueblo saharaui.
¿Acaso treinta años en el exilio no son suficientes para demostrar sus buenas intenciones?. Soy pacífica como cualquier saharaui de naturaleza, pero entiendo también más que nadie la rabia que sienten los saharauis por la debilidad de la Comunidad Internacional por resolver un conflicto clarísimo como es el nuestro. Y entiendo porqué quieren ir a la guerra cómo única solución a este conflicto interminable que ha costado muchas vidas y muchas pérdidas a todos.
*Foto, alumnas en clase de español.
¿Qué nuevos proyectos tienes para la Escuela de Mujeres y sueños para el pueblo saharaui?
Estamos en un campo de refugiados y en una situación inestable donde lo único que podemos hacer es invertir en el conocimiento y en el bienestar de los refugiados. No tengo solución política porque no estoy en el lugar de la toma de decisiones y miro con incredulidad como tratan los medios y los países a nuestra gente, como tratan de hacer invisible a todo un país, a su gente y cómo su dolor y el sufrimiento no importan a nadie.
Por lo tanto, lo que podemos hacer es seguir en lo estábamos haciendo, continuar en la formación, en el empleo y emancipación de las mujeres saharauis. Hacer la vida un poco menos difícil para las mujeres del campamento de Dajla, mediante la dotación de herramientas, para que puedan vivir con más dignidad y puedan colaborar en sus economías familiares y ayudar en la resistencia de los saharauis para la consecución de sus objetivos. Mi único sueño es que haya un rincón en este infinito mundo para los y las saharauis, que puedan vivir en paz ya que hasta los pájaros tienen un lugar en el cielo.


Un cordial saludo a tod@s los simpatizantes de la causa del pueblo saharaui y feliz viaje a ustedes, no olviden lo que van a ver allí y los ojos que les suplican que terminen con su sufrimiento.

Gracias Maima. No olvidaremos.

miércoles, abril 02, 2008

Cuentacuentos Mejunge por Lápices para la PAZ.

Hoy veremos a los cuentacuentos de Mejunge en el centro social Seco con el objetivo de recaudar fondos para el proyecto Lapices para la paz en los campamentos saharauis.

Desde aquí nuestro agradecimiento a Alex del blog Miradas del mundo y componente de Mejunje por unirse a nuestro barco de Lápices para la paz.
Nos conocimos mediante la blogoesfera y ya forma parte también de nuestro proyecto Lápices Sáhara porque viajeremos juntos y contemplaremos la realidad del pueblo saharaui.


Lápices continuará siendo una inciativa abierta para todos aquellos que piensan que otro mundo es posible....¿Alguien más caminará junto a nosotr@s?.



Mapa:

martes, abril 01, 2008

Olvidados.

Antonio Polo escribe: ¿Qué vamos a hacer con el Sáhara Occidental? ¿A alguien le importa este contencioso que está incrustado como una rémora en la política exterior española? ¿Habrá algún hueco en la agenda de nuestros políticos después de repartirse la mesa del Congreso para plantear alguna iniciativa al respecto? ¿O acaso alguien cree en serio que la ONU va a desbloquear esta situación alguna vez? ...Leer más.


*Foto. Una clase en Dajla.

Es cierto, el pueblo saharaui permanece olvidado por parte no sólo de toda la Comunidad Internacional sino por aquellos que nos representan en el gobierno español. No merecen el suficiente interés en sus agendas. De repente parece que nuestros políticos han desaparecido después de la borrachera electoral, con poco o nada de programas de política exterior y mientras los refugiados saharauis permanecen a merced del viento y la arena.

Pero la vida sigue en el inhóspito desierto. El pueblo saharaui depende de la Ayuda Internacional, y muchas veces no se garantiza esa solidaridad. ¿Estamos ante una utopía? Observamos con desconcierto esa larga e interminable espera ante un referéndum que nunca llega y la sombra de la guerra está presente.


*Foto, salida de la escuela en Dajla.

Nuestro viaje es inminente, nos encaminados al campamento de Dajla que es uno de los cuatro grandes campamentos que constituyen los refugiados saharauis exiliados en Tinduf, debido a la mala descolonización de España y de la ilegal ocupación por el régimen alauita marroquí, desde el año 1975.

El campamento de Dajla es el mas alejado de todos ya que se encuentra a 180 Km. de rabuni que es el centro administrativo de todos los saharauis refugiados en Argelia.

Nos iremos coordinando con la escuela de mujeres fundada por la magnífica mujer Maima Mahamud Nayem, representante de la secretaria para el estado de los asuntos sociales y la promoción de la mujer en el campamento de Dajla.

Y mientras que los políticos se centran en organizar la nueva legislatura y sus cabezas de lista, el desierto es cada vez más cercano para nosotras. Ya notamos su calor.