miércoles, abril 27, 2011

No quiero ser indiferente.

Fotografías: El Gallinero, de © Álvaro García y Gorka Lejarcegi / EL PAÍS.


Dice Eduardo Galeano que la pobreza puede merecer lástima, pero ya no provoca indignación: hay pobres por ley de juego o fatalidad del destino. Y que nunca el mundo ha sido tan injusto en el reparto de la riqueza, pero el sistema que en el mundo rige, y que ahora se llama, pudorosamente, economía de mercado, se sumerge cada día en un baño de impunidad.

No quiero ser indiferente ante la pobreza extrema a escasos kilómetros de mi casa. No quiero apartar la vista ante los invisibles y estigmatizados gitanos rumanos que viven en El Gallinero. Desde que llevamos lápices y cuadernos a las chabolas no puedo apartar de mi cabeza el amargo recuerdo de ver cómo saltaban miles de ratas entre las piernecitas de los bebés.



Decidir pasar a la acción es sólo superar una pequeña línea. Todos lo podemos traspasar. Implicarse ante la indignación, ante el olvido y la dignidad de los seres humanos siempre merece la pena.



Por eso, mediante la web Actuable (comunidad de personas y organizaciones que unen fuerzas para transformar el mundo) hemos conseguido sacar adelante una petición de repulsa sobre la situación insostenible que viven casi 300 menores e las chabolas madrileñas de El Gallinero.


Ahora queremos llegar al mayor número de firmas para que el Alcalde de Madrid acabe de una vez con las ratas y las condiciones vergonzosas que viven los habitantes de esta barriada. Por Derechos Humanos, por Derechos de la infancia y por dignidad.


Este poblado marginal se encuentra a tan solo 15 kilómetros de la Puerta del Sol, al lado de la carretera de Valencia. Las personas que viven en El Gallinero lo hacen entre inmensos montones de basura. Las ratas están mordiendo a los bebés mientras duermen en sus cunas, atacan a los niños mientras juegan, se cuelan en las viviendas y campan a sus anchas entre sus habitantes. Se necesita una actuación urgente porque existe un grave riesgo sanitario.



Si ejercemos la presión suficiente, en un momento tan decisivo para el Alcalde de Madrid, podemos lograr que más de 100 familias dejen de vivir en condiciones indignas. Exige a Alberto Ruiz Gallardón que se comprometa a mejorar las condiciones de salubridad de El Gallinero.



Las ratas son responsables de la transmisión a los humanos de más de 70 enfermedades: rabia, hepatitis, hantavirus, tuberculosis... entre muchas otras. Muchas de ellas se contagian al humano a través de la saliva u orina de las ratas cuando el ser humano respira el aire en contacto con estas excreciones infectadas. También pueden contagiarse a través de una mordedura o con el mero contacto con estos animales.Gran parte del problema es la dejadez del Ayuntamiento de Madrid, que hasta ahora no ha asumido sus responsabilidades con una población de más de 100 familias.



Pedimos:


1.- Realizar una limpieza integral y sostenida en el tiempo
2.- Desratización urgente y mantenida
3.- Proporcionar conexiones eléctricas seguras para evitar que las ratas se coman los aislantes y se produzcan incendios de chabolas.
4.- Habilitar letrinas y duchas en la zona,
5.- Mejorar los viales para evitar que se llenen de barro y los niños puedan llegar limpios al colegio.
6.-Acondicionar varios caños de agua potable. Sólo hay uno para todo el poblado.



Pide a Gallardón que, de manera URGENTE, termine con esta insostenible situación, acabe con las miles de ratas que atacan a estos niños y niñas de El Gallinero, mejore sus condiciones de vida y que cumpla con los mínimos de salubridad y seguridad.





Las denuncias sólo acaban de comenzar...


Colectivos ciudadanos han exigido este miércoles la prometida limpieza del Gallinero, a pocos metros de la Cañada Real, ya que los hombres del poblado tienen que hacer guardias por las noches para evitar que las ratas entren en las chabolas y ataquen a sus moradores.

viernes, abril 22, 2011

Es tiempo de pensar.


Os quiero presentar dos pequeñas armas de pensamiento libre, ahora que se acerca el Día del libro me ha llamado mucho la atención dos. El primero se llama ¡Indignaos! el autor, Stéphane Hessel, que con nada más y nada menos que 93 años, anima a la sublevación, a la movilización, al pensamiento en sólo 30 páginas. Hessel, se declara partidario de la insurrección pacífica. En especial contra los medios de comunicación dominantes en manos del capital o del poder, y que sólo empujan a los ciudadanos hacia el consumo, el desprecio a la humildad y la cultura, el olvido generalizado y una competición despiadada de unos contra otros.
Interesante ¿no?.



El segundo libro es Reacciona, un libro con textos de José Luis Sampedro, Garzón, Ignacio Escolar, entre otros, que busca concienciar y provocar una reacción frente a las medidas neoliberales impuestas como única salida a la crisis . Nos habla de sociedad anestesiada..., quizás ya es hora de pensar, reflexionar y lanzarnos de una vez por todas a la calle.
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Para meditar: La compañía Telefónica prevé incentivar con 450 millones de euros a sus directivos mientras dió a conocer que estudia la posibilidad de reducir la plantilla en España un 20% (más de 5.500 empleados) en su estrategia de reducción de costes. Estas medidas llegan, precisamente, cuando se ha sabido que cerró 2010 con un 31% más de beneficios y ganancias de 10.100 millones de euros.

Endesa. La eléctrica obtuvo una ganancia neta de 4.129 millones de euros en 2010, con un alza del 20,4% impulsada por las sinergias de grupo español con Enel y tras las plusvalías por la venta de activos.
Cepsa. La compañía un beneficio neto de 633 millones de euros el año pasado, un 69% más, gracias al encarecimiento del crudo y al rendimiento mayor del área de exploración y producción.

BBVA. El banco presidido por Francisco González contabilizó en 2010 un beneficio neto atribuido de 4.606 millones, el 9,4% más que en 2009.

Y todo esto en un un país donde el ministro de Trabajo, Valeriano Gómez no descarta que el número de parados puede llegar a los cinco millones.

La mitad de los pobres ya no puede comprar medicamentos u otros tratamientos. Cuatro de cada 10 personas por debajo de los 8.000 euros al año pasa o ha pasado hambre en los últimos 10 años y un tercio de los excluidos de esta España del Primer Mundo vive en 15 metros cuadrados.
Un informe realizado por Unicef sobre Infancia en España 2010-2011 nos recuerda que
uno de cada cuatro niños en España es pobre.

jueves, abril 21, 2011

Estadísticas.

Ya van 10.000 los muertos en el conflicto de Libia y el presidente Abdelyalil dice que hay de entre 50.000 y 55.000 heridos. Desayunamos estadísticas, y nos vamos a dormir con cifras manchadas de sangre y desesperación. Cada número hay un ser humano, una vida, una identidad. Estoy harta de estos conflictos interminables, de guerras preventivas y "misiones de paz".

Hoy más que nunca quiero gritar NO A LA GUERRA.*Foto de Lápices para la Paz, niños y niñas refugiados palestinos, en nuestra misión a Beirut.

miércoles, abril 20, 2011

Iniciativas: Juegaterapia.



Os presento una iniciativa maravillosa. ¿Tenéis en casa alguna consola usada? ¿Olvidada en algún rincón?. Pues los componentes de Juegaterapia se encargarán de recoger PLAYs, PSPs, Nintendos, xBox y todo tipo de consolas usadas para niños enfermos de cáncer y las distribuyen en hospitales con zona de oncología infantil. La idea principal de es conseguir hacer más llevaderas las sesiones de quimioterapia de los pequeños.
Y ayudar a los pequeños a pasar el mal trago de las sesiones de quimio y conseguir que se olviden de la enfermedad, aunque solo sea por un ratito...

Cada consola que se entregue llevará una pegatina con tus datos, para que cuando le llegue al niño, pueda agradacertelo con una llamada, un mensaje, un dibujo.
Os invito a conocerles en Facebook y en Twitter.

domingo, abril 17, 2011

Seguimos siendo humanos.



Vittorio Arrigoni, miembro del ISM (International Solidarity Movement), le asesinaron en la misma tierra donde luchó coherentemente por sus ideales. La noticia ha desolado a millones de personas que creemos en la dignidad, la libertad, los derechos humanos y a los que llevamos el pueblo palestino en el corazón.

Una muerte injusta, horrible a manos de un grupo yihadista vinculado a Al Qaeda.

Vittorio peleó por sus ideales, pacíficos y acorde con la realidad que le envolvía. Decidió quedarse en Gaza cuando las bombas masacraban y castigaban a la población civil durante la Operación Plomo Fundido por parte del Ejército Israelí.

De esas trágicas vivencias surgieron artículos que fueron publicados en el periódico italiano Il Manifesto y en un blog y más tarde se convirtieron en un libro publicado ya en italiano, alemán, inglés, y ahora en castellano, "Seguimos siendo humanos".

En el libro denuncia entre algunas barbaridades, el bombardeo que sufrieron las escuelas de la UNRWA, imprescindibles, que llevan kilos de esperanza a miles de niños y niñas palestinos en zonas en conflicto. Vittorio habla de las habituales prácticas, ilegales, de Israel contra la población civil palestina, saltándose todos los acuerdos y convenios internacionales, la utilización del fósforo blanco.

Alberto Arce cuenta que era el primero en salir del vehículo y ponerse a levantar cascotes, sacar fotos, ayudar a los heridos, animar a los familiares, llamar por teléfono a Italia para contar lo que sucedía, compartir tabaco con todo aquel que se lo pidiese y quejarse...

Ahora nos queda su obra, ya no sólo hablo del libro, sino de toda su trayectoria pacífica y la más grande: la humana. Una lúcida visión los que han convivido día a día con la injusticia, como hizo en su día la mítica activista Rachel Corrie. Su valor y su trabajo es inmenso. Y no debemos desesperarnos, debemos seguir adelante, seguir con su lagor, continuar siendo humanos ante la injusticia. Desde aquí quiero dar ánimos a todos y todas los integrantes del Rumbo a Gaza que se enfrentarán a todo tipo de improperios y la oposición de gran parte de la Comunidad Internacional. Vittorio estaría en cada barco y mano a mano con la imprescindible ayuda humanitaria.

Os dejo algunas palabras que escribió Vittorio durante la operación criminal Plomo Fundido:

Muchísimas mujeres encintas aterrorizadas están dando a luz hijos prematuros. He acompañado personalmente tres a parir. Una de estas, Samira, que estaba de siete meses, dio a luz a un espléndido bebé minúsculo llamado Ahmed. Corriendo con ella en la ambulancia hacia el hospital de Auda y dejando atrás en los espejos retrovisores el paronama de muerte y destrucción donde poco antes estábamos recogiendo cadáveres pensé que esta vida en ciernes podía ser una señal de para un futuro de paz y esperanza. Ese espejismo se desvaneció al primer cohete que cayó al lado de nuesra ambulancia volviendo de Auda al centro de Yabalia. Estas madres coraje traen tristemente al mundo criaturas que absorben como primera luz de sus ojos el verde militar de los tanques y los jeeps además de los resplandores intermitentes que preceden a las explosiones. ¿Qué perspectivas de vida les esperan a los niños que desde el primer instante de su nacimiento sienten sufrimiento y gritos de desgracia? Mantengamos la humanidad.”

"Que alguien detenga esta pesadilla. Seguir en silencio significa respaldar el genocidio en marcha. Gritad vuestra indignación en todas las capitales del mundo "civil", en cada ciudad, en cada plaza. Haced llegar nuestros gritos de dolor y terror. Hay una parte de la humanidad que está muriendo, penosa la escucha".

martes, abril 12, 2011

Desnudo en Haití.

Un joven trastornado camina desnudo entre los escombros de las calles de Puerto Príncipe- CRISTÓBAL MANUEL / EL PAÍS.

La XXVIII edición de los Premios Ortega y Gasset ha otorgado a esta imagen, el primer premio al mejor trabajo de periodismo gráfico. También han sido premiados Octavio Enríquez, del diario nicaragüense La Prensa; las denuncias contra la violencia de Carlos Martínez D'Abuisson en El Faro de El Salvador; y la trayectoria del analista de origen venezolano Moisés Naím.

Periodismo valiente, comprometido y libre. No está todo perdido...

lunes, abril 11, 2011

Discurso de Gervasio Sánchez.

Os dejo el discurso que pronunció Gervasio Sánchez el pasado 7 de abril de 2011 durante la emotiva entrega del Premio Internacional Julio Anguita Parrado. Todo un ejercicio de lucidez.


Queridos miembros del jurado, queridas Antonia y Ana, madre y hermana de Julio, señor alcalde, señor vicerrector, querida Lola, señoras y señores. Con gran emoción recibo el Premio Internacional de Periodismo Julio Anguita Parrado, convocado por el Sindicato de Periodistas de Andalucía, con el apoyo del Ayuntamiento y la Universidad de Córdoba. No conocí a Julio pero varios de mis mejores amigos fueron compañeros suyos durante el tiempo que pasó en Estados Unidos y he pedido a uno de ellos, el gran periodista Alfonso Armada, que me escribiese un pequeño perfil que voy a leer a continuación:


“Compartí con Julio algunos de los momentos más divertidos y luminosos de mi trabajo como corresponsal de ABC en Nueva York. Julio aparecía siempre impecable, con su camisa y su corbata en estado de revista, siempre de buen humor, con una sonrisa de oreja a oreja y la ironía bien afilada. Hacía mucho más llevaderos desayunos y ruedas de prensa, desfiles de moda y noches flamencas. La noticia de su muerte a las afueras de Bagdad nos dejó mudos, desencajados. Aunque las empresas periodísticas jueguen y practiquen la guerra de trincheras económicas e ideológicas, entre los corresponsales acreditados en Nueva York y ante las Naciones Unidas había una camaradería que pasaba por encima de manchetas y camisetas. Queremos tanto a Julio. Lo quisimos y lo seguimos queriendo”, acaba diciendo mi amigo Alfonso Armada.


Señoras y señores. Siempre que regreso a Córdoba recuerdo mi primer viaje en tren que empezó en la vieja estación de esta ciudad. Tenía tres años. Mis hermanos pequeños saltaban de alegría. Se iniciaba una gran aventura. Barcelona era nuestro destino. Yo miraba las lágrimas de mi madre. Nos íbamos para siempre. Tardé en regresar casi dos décadas a mi ciudad natal, pero les juro que siempre he sido del Córdoba.


Nunca olvidaré la temporada 1964-1965. No sé si ustedes lo saben, pero el Córdoba tiene un record muy difícil de batir. En aquella temporada, una de las ocho que jugó en la Primera División, sólo recibió dos goles en los 15 partidos que jugó en el Arcángel, uno del gran Di Stefano cuando jugaba en el Español, y otro en propia puerta, de Ricardo Costa, contra el Zaragoza. Nadie le ganó en su estadio y quedó quinto en la Liga. Inolvidable.


Cuánto lloré cuando en la temporada 1971-1972 el Córdoba bajó a Segunda División con Kubala de entrenador. Tenía doce años y ya he superado el medio siglo. El año que viene hará 40 años. Por favor, señor alcalde, haga el milagro y regrésenos de nuevo a la Primera División. Es insoportable esta condena eterna. Quiero felicitar a la corporación municipal por bautizar dos plazas de Córdoba con los nombres de Julio Anguita Parrado y de José Couso. Ustedes han honrado a sus familias y han dignificado el mandato electoral.


Qué diferencia de actitud si la comparamos con la del gobierno de la nación, la fiscalía general de la nación o la fiscalía de la Audiencia Nacional. Entre bastidores los altos cargos políticos y judiciales de nuestro país han conspirado contra sus propios ciudadanos. Entre bastidores han luchado “con uñas y dientes para hacer desaparecer los cargos contra los tres militares”, implicados en el asesinato de José Couso mientras mentían a sus familiares. Lo hemos leído en los papeles del Departamento de Estado de Estados Unidos filtrados por Wikileaks que deja a nuestros políticos y fiscales desnudos moralmente.


Sí, el presidente José Luis Rodríguez Zapatero, la ex vicepresidenta María Teresa Fernández de la Vega, el ex ministro de Justicia, Juan Fernández López Aguilar, el ex ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, el fiscal general del Estado, Cándido Conde-Pumpido y el fiscal jefe de la Audiencia Nacional, Javier Zaragoza.


Sí, todos ellos conspiraron para sepultar el caso Couso bajo un manto de silencio. Se me ocurren palabras muy duras para denominar estos comportamientos. Pero la elegancia de un acto como este sólo me permite llamarles cobardes. Eso sí, COBARDES con mayúsculas.


Señoras y señores. Podríamos repasar el mundo desde hace mil o cien años porque los seres humanos estamos emparentados con la guerra, la violencia y la muerte desde tiempos inmemoriales. Pero es suficiente con reflexionar sobre lo que ha ocurrido en las dos últimas décadas.


A finales de los años ochenta vivimos un ideal: el fantasma de una guerra nuclear comenzaba a desvanecerse mientras los descubrimientos médicos y tecnológicos permitían salvar a millones de seres humanos. Los europeos, los mayores inventores y exportadores de monstruosidades como la esclavitud y el genocidio, superaban las dramáticas diferencias del pasado que habían provocado guerras permanentes y se dedicaban a crear un gran paraíso económico.


La carrera armamentística se frenó en seco y se comenzaron a solucionar los conflictos armados vinculados a la Guerra Fría. Aquellas guerras largas y sangrientas como la de El Salvador, Angola o Camboya daban paso a procesos de paz muy dinámicos que conseguían en días y semanas lo que había sido imposible en meses y años de negociaciones.


Era el tiempo de poner fin a los regímenes dictatoriales y corruptos y exportar la democracia entre nuestros excedentes. Era el tiempo de establecer reglas justas en nuestros intercambios comerciales.


Pero los acontecimientos se precipitaron. Las armas ya no obedecían a sus antiguos dueños, vinculados a los gobiernos de Estados Unidos, la ex Unión Soviética, Francia, Gran Bretaña o China, los más poderosos. Ahora defendían intereses de jefecillos locales auspiciados por las antiguas potencias coloniales y muchos países se desangraban ante la inoperancia y la hipocresía de los gobernantes más poderosos en los Balcanes, Oriente Medio y Lejano y, sobre todo, en África.


Los periodistas estamos obligados a documentar los dramas humanos. Tenemos que sentir el dolor de las víctimas si queremos transmitir con decencia. Ryszard Kapuscinski escribió que “el reportero tiene que vivirlo todo en su propia carne” en “Los cínicos no sirven para este oficio”, uno de los mejores manuales sobre periodismo que existen. También afirmaba que “es erróneo escribir sobre alguien con quien no se ha compartido al menos un poco de su vida”.


En otro de sus grandes libros, Ébano, que transcurre en África, reflexionó sobre esa costumbre de los medios de comunicación de amontonar los muertos en cifras anodinas y de hablar de “morir en masa” cuando “el hombre siempre muere solo”.


A veces me preguntan por mi fotografía preferida. Podría elegir una que muestra las ruinas de la biblioteca de Sarajevo atravesada por un haz de luz que se cuela por una rendija de la techumbre derruida.

Podría elegir una que representa dos mutilaciones al mismo tiempo, la del niño al que le falta una pierna y un ojo por culpa de la explosión de una mina antipersona junto a su madre tapada de pies a cabeza con el tradicional burka afgano.

Podría elegir la de una niña sudanesa que mira a mi cámara y a mi conciencia con una calma que duele mientras agoniza en un campo de desplazados en el sur de Sudán. Podría elegir cientos de imágenes. Pero creo que mi mejor fotografía todavía no la he hecho. No pienso en una asombrosa imagen que dé la vuelta al mundo. Me gustaría mostrar la dignidad, más un concepto que una situación, algo muy difícil de resumir en una imagen.


Cuando alguien sufre o agoniza es muy fácil fotografiarlo. Resulta incluso fotogénico. Y hay recursos retóricos que se utilizan a menudo: niños rodeados de moscas, hombres con miradas perdidas mientras mueren, seres humanos reconvertidos en esqueletos andantes. Creo que los que sufren y los que mueren tienen derecho a nuestro respeto. Han podido perderlo todo, incluida la vida, pero nadie tiene derecho a arrancarles la dignidad.


Ser capaz de mostrarla, de fijar la emoción de un instante límite y, al mismo tiempo, documentarlo se ha convertido en mi asignatura pendiente. La única verdad incuestionable de las guerras son las víctimas. El mundo del Dolor se parece a un océano sin límites. Sus protagonistas forman un interminable ejército de muchos ceros condenados al anonimato.


¿Por qué los países más ricos son los más pobres? La respuesta es fría como el hielo: buitres carroñeros, que se presentan ante sus sociedades opulentas como decentes hombres de negocios, roban sus riquezas y corrompen a sus gobiernos.


Se llevan los diamantes, el petróleo y el coltan y dejan armas para que los más pequeños jueguen a matarse. Si la corrupción es perseguida en nuestras sociedades, por qué permitimos que nuestras multinacionales utilicen la corrupción para sacar mayores beneficios. Si buscamos paliar el sufrimiento en nuestros hospitales por qué no impedimos el genocidio o la persecución étnica.


Los señores de la guerra protegen sus intereses mientras los soldados extranjeros apuntalan su poder. Todo sigue igual desde hace 30 años en países como Irak, Colombia, República Democrática del Congo o Afganistán tal como han explicado Eman Ahmad, Eduardo Márquez, Caddy Adzuba y Mònica Bernabé, mis predecesores en la lista de ganadores del Premio Internacional Julio Anguita Parrado.


Las armas son cada vez más ligeras. Los fabricantes tienen interés en abaratar costes y reducir la edad de los combatientes. Los comandantes saben que los niños se entusiasman con los juegos bélicos. Los soldados infantiles no replican cuando se les da una orden y son fácilmente sustituibles.


Nuestros hijos de 13 años serían combatientes en muchos países africanos. Actuarían como hombres y matarían por el control de una esquina. Aunque no sabrían responder a una pregunta simple: ¿Por qué mi país está en guerra? Los varones son privilegiados. Las niñas de sus mismas edades son violadas por sus jefes, utilizadas como esclavas sexuales, marcadas para siempre por el odio y la enfermedad.


Si tienen suerte morirán muy jóvenes. Si no, el sida les tenderá la mano durante algunos años. La ignominia total: son esclavas sexuales durante la guerra y prostitutas cuando se alcanza la paz y se produce el desembarco masivo de los extranjeros. En los países golpeados por la violencia los blancos casi siempre huelen a dólares y colonia de lujo.


Pueden ser iraquíes, colombianos, congoleños, afganos, somalíes, costamarfileños, libios. Fueron, en años anteriores, guatemaltecos, ex yugoeslavos, camboyanos, angoleños. Todas las guerras obedecen a causas importadas. Hay guerras porque la voracidad y la depredación están presentes en todas las transacciones económicas entre las grandes multinacionales y los pequeños países del Tercer Mundo.


Hay guerras porque los mismos gobiernos que patrocinan la declaración universal de los derechos humanos en su territorio nacional lo violan sistemáticamente cuando se trata de defender sus intereses estratégicos.


Hay guerras porque la venta de armas es un negocio con grandes márgenes de beneficios. Hay guerras porque España ha exportado armas a países víctimas de conflictos eternos durante todos los gobiernos desde el inicio de la transición en 1977.


Y este bochornoso negocio se ha cuadriplicado desde 2004, desde la llegada al poder de José Luis Rodríguez Zapatero, el gobernante que más ha instrumentalizado y pisoteado la palabra paz, que, incluso, ganó aquellas elecciones gracias al estado de opinión creado contra la guerra de Irak y los errores cometidos por José Maria Aznar. Ojalá fuese una broma lo que estoy diciendo pero no lo es: han cuadriplicado las ventas de armas en seis años y no se les ha caído la cara de vergüenza.


Hagamos un gran libro de los muertos, de las víctimas de tantas guerras inútiles e inconclusas. Un libro tan pesado como los presupuestos de todos los estados juntos y presentémoslo a la humanidad. A partir de ese día el mundo comenzará a cambiar porque la visión total de todas estas biografías inacabadas nos obligará a dar un grito definitivo contra el cinismo de nuestras instituciones gubernamentales, el obsceno manejo de los asuntos internacionales y el bochornoso comportamiento de nuestros políticos y diplomáticos cuando se trata de paliar el sufrimiento.


Muchas gracias

sábado, abril 09, 2011

Defensa de la alegría.


Defender la alegría como una trinchera
defenderla del escándalo y la rutina
de la miseria y los miserables
de las ausencias transitorias
y las definitivas


defender la alegría como un principio
defenderla del pasmo y las pesadillas
de los neutrales y de los neutrones
de las dulces infamias
y los graves diagnósticos


defender la alegría como una bandera
defenderla del rayo y la melancolía
de los ingenuos y de los canallas
de la retórica y los paros cardiacos
de las endemias y las academias


defender la alegría como un destino
defenderla del fuego y de los bomberos
de los suicidas y los homicidas
de las vacaciones y del agobio
de la obligación de estar alegres


defender la alegría como una certeza
defenderla del óxido y la roña
de la famosa pátina del tiempo
del relente y del oportunismo
de los proxenetas de la risa

defender la alegría como un derecho
defenderla de dios y del invierno
de las mayúsculas y de la muerte
de los apellidos y las lástimas
del azar
y también de la alegría


Mario Benedetti

martes, abril 05, 2011

Sin titular.


Nuevos horrores de siglo XXI que apenas llegan en grandes titulares: La ONU ha encontrado en Costa de Marfil una fosa con cerca de 200 cadáveres. La ciudad fue asaltada la semana pasada por las fuerzas de Ouattara. Cruz Roja había denunciado que unas 800 personas habían muerto en los combates entre las tropas de Gbagbo y Ouattara (AP).


Ruego la lectura de "Civiles que no salen en televisión" de Ramón Lobo.

viernes, abril 01, 2011

Lápices para la Paz necesita vuestra ayuda.

Lápices para la Paz se mete de lleno en el llamado crowdfunding, que se basa en que muchos usuarios con sus apoyos económicos pueden sacar adelante un proyecto. La web Lanzanos es una plataforma que reúne proyectos creativos de todo tipo: cine, literatura, ciencia, fotografía, pintura, etc. enviados por personas de todas las partes del mundo. Junto con su propuesta, cada autor elige unas recompensas que ofrece a los usuarios que apoyan el proyecto.


Todos los proyectos comienzan con dos datos que condicionarán su aventura en Lánzanos: la cantidad necesaria y la duración del proyecto. Si el proyecto alcanza la cantidad que necesita antes de que finalice su plazo de tiempo, se considerará finalizado con éxito y su autor enviará las recompensas a los usuarios que lo apoyaron. Si el tiempo se agota antes de conseguir el 100% de la cantidad, el proyecto no se considera finalizado con éxito, el autor no recibe la cantidad y a los mecenas no se les cobra por sus apoyos. Y es que en Lánzanos sólo se cobra a los usuarios en el momento que el proyecto llega al 100%.

Nuestro reto se centra en llevar material escolar a niños y niñas soldado de Sierra Leona y para que el proyecto sea aprobado para financiarse primero hay que votar en “La Caja”. Hasta ahora hay 22 votos en 48h y esperemos que Lápices salga de esa caja para que comience la aventura y podamos llegar a la nada despreciable cifra de 6000 euros.


Por eso necesitamos de todos vosotros que seguís lápices votéis mediante registro convencional o mediante cuenta de Facebook. ¿Nos ayudas?