domingo, agosto 14, 2011

Quiero pan.


Me pregunto cuanto costaría acabar con la hambruna en África.

8 comentarios:

Unknown dijo...

y digo yo... esos 30 millones de euros en vez de gastarlos en la JMJ no se hubieran podido invertir en comida que tanta falta hace para todas esas personas que se están muriendo de hambre? probablemente con esos 30 millones no se acabaría la hambruna en África pero ayudaría a que esta fuera disminuyendo.
¿Qué pasa esta gente no tiene conciencia?

Mercè Salomó dijo...

Ali, no me gusta ser agorera, pero hace ya dos días que leo que la cantidad ascenderá a 50 millones.

Y en la TV he oído todo el espliegue de seguridad, que será igual al de la boda de los príncipes. ¿Es posible tanto derroche?

¿Dónde está el cristianismo de ese personaje que viene del Vaticano?

Miles de besos (aunque esté enfadada con la Iglesia)

Alicia Mora dijo...

50 millones...que razón tenéis, que bien vendrian para potabilizar agua, educación en agricultura, paliar el hambre para los menores que aún pueden salvarse. Es posible ese derroche, en un mundo que nos ha tocado vivir de contrastes y de injusticias sociales. La otra iglesia, la que pude conocer en Etiopía critica duramente la iglesia opulenta que dicen vienen a evangelizar España (un país laico). No entiendo nada amig@s.

Pilar Jiménez Hornero dijo...

Hola! Soy Pilar, del blog "Paz e igualdad para un mundo lleno de felicidad".

Aquí te dejo un regalito para felicitarte por tu trabajo. Puedes cogerlo en mi blog: http://pazeigualdadenelcole.blogspot.com/2011/08/premio-stylish-blogger-award.html

Un saludo,

Pilar Jiménez

Observador dijo...

50 millones (ó 100)para una visita “pastoral” con recibimiento de jefe de estado en un país cuya constitución aboga por la laicidad del estado no esta nada mal,esta claro que lo que nos va acostar el evento a los españoles es un derroche en tiempos de crisis pero para una iglesia católica que convierte su palabra en injerencias en las políticas de los estados eso no es nada y es que Bendicto viene a darnos un tirón de orejas por los matrimonios de homosexuales,por la ley del aborto y por la ley de muerte digna,y es como no están contentos con sus conciertos en educación y el dinero que destina el estado al año a esta iglesia metomentodo.
Como veras estoy indignado por esto y esta visto que lo primero es el dinero para la iglesia y luego los asuntos banales como las grandes hambrunas del cuerno de África.

Anónimo dijo...

La Iglesia Católica no sólo es uno de los principales baluartes ideológicos de la burguesía, sino que es uno de los miembros más importantes de la patronal.


A través de varias sociedades de inversión de capital variable (las Sicav), la cúpula eclesial obtiene suculentas ganancias procedentes de los mercados de valores. Los del alzacuellos son accionistas de empresas como Telefónica, Repsol YPF, Banco Santander (y numerosas cajas de ahorros), Endesa, Iberdrola, Sos Cuétara, Ebro Puleva o Campofrío. También tienen metido el santo hocico en la industria farmacéutica (por ejemplo en Zeltia). Posee numerosos medios de comunicación y entidades editoriales. Y por supuesto no le iban a hacer ascos al sector inmobiliario (eran accionistas de Fadesa, que en 2008 realizó la suspensión de pagos más importante de la historia económica española). A su vez, la Iglesia es propietaria de numerosísimos terrenos y bienes inmuebles (que aumentan cada año con el maná de las inmatriculaciones): cuenta con más de 100.000 propiedades, posee más del 70% del suelo habitable en ciudades como Toledo, Ávila, Burgos o Santiago, y más de 120.000 hectáreas en tierras agrícolas. A lo que hay que añadir un incalculable patrimonio en suntuarios (joyas, trajes, etc.) y obras de arte.


Si todo lo anterior refleja claramente los votos de pobreza jurados por sus autoridades, lo más sangrante es la escandalosa suma de dinero público que se embolsa cada año en diferentes conceptos. Las distintas administraciones del estado español entregan a la Iglesia Católica más de 10.000 millones de euros al año, entre exenciones tributarias, mantenimiento de patrimonio histórico y artístico, pago de salarios y subvenciones y conciertos de todo tipo.


La Iglesia es la entidad arrolladoramente mayoritaria en la patronal de la enseñanza, controlando numerosos centros de estudio privados y la gran mayoría de los centros privados-concertados (por los que recibe unos 4000 millones al año). De esta manera, además de un suculento negocio se asegura la posibilidad, reconocida por ley, de adoctrinar a sus alumnos.


Por otro lado, la Iglesia es la principal beneficiaria de la privatización de los servicios sociales, a través de sus empresas oenegeras, gracias a las cuales controla numerosos centros de menores, casas de acogida para mujeres maltratadas, albergues sociales y todo tipo de recursos destinados a la población en riesgo de exclusión social. Y no sólo a través de sus instituciones religiosas. Desde muchas entidades sinónimo de lucro supuestamente laicas también nos llega el hedor cardenalicio. Como muestra dos botones: la Fundación O´Belen tiene entre sus fundadores al arzobispo Manuel Ureña, y por Nuevo Futuro pulula lo más granado del nacional-catolicismo.


Como vemos, no es necesario recurrir a casos de pederastia en su seno, a su responsabilidad en el robo y venta de bebés o a su complicidad con el genocidio franquista para exigir que tan divinas zarpas se alejen de lo público. Y para colmo ahora tenemos que sufragar la visita privada de Ratzinger-

Anónimo dijo...

Menos mal que no pedís al Papa que ayude a la OTAN a bombardear Libia (Libia también está en África y bombardearla desde Marzo se ha llevado una pasta a la que el Vaticano no ha contribuído).

Anónimo dijo...

Menos mal que no pedís al Papa que ayude a la OTAN a bombardear Libia (Libia también está en África y bombardearla desde Marzo se ha llevado una pasta a la que el Vaticano no ha contribuído).