domingo, diciembre 05, 2010

Los niños tienen derecho a existir.

Tiene 16 años y se llama Francia Simón. Recibió hace unos días el Premio Internacional de la Paz para los niños 2010 a manos de Rigoberta Menchú, premio Nobel de la Paz en 1992.
Francia Simón vive en República Dominicana en un "batey", donde viven los haitianos que llegan para trabajar en los campos de caña de azúcar. La adolescente fue reconocida por haber ayudado a 136 niños a obtener un certificado de nacimiento, indispensable para poder estudiar en la escuela y contar con asistencia médica.

El premio está valorado en 100 mil euros y tendrá oportunidad para realizar mucho más en favor de los niños de su país. Además de implementar más proyectos a favor del acceso universal de los niños a un documento de identidad tiene además deseos concretos que beneficien a los niños de su entorno. Un gran ejemplo, maravilloso que hace de este mundo un lugar más habitable. Os dejo algunas reflexiones de Francia:

"Lo que espero es que se mejoren, las viviendas, las letrinas, el lugar donde se practica deportes y una cancha para jugar, porque no sólo se trata de tener un acta de nacimiento sino que también puedan disfrutar de todos su derechos".

"Mi propia situación me dio una razón para trabajar con otros niños, cuyos primeros derechos son violados desde el nacimiento: un nombre y una nacionalidad"


“Si un niño no tiene papeles no puede estudiar, no puede ir al médico si está enfermo, no puede marchar de un lugar a otro y no puede hacer absolutamente nada porque el acta de nacimiento significa todo. Los niños tienen derecho a existir”.

3 comentarios:

Mercè Salomó dijo...

Sabiendo la edad que tiene y el coraje que demuestra, me quedo pequeña a su lado.

Enhorabuena, Francia, por este premio. Lo tienes bien merecido!


Besos, Ali!

Misón dijo...

Vaya! es admirable lo que hace esta niña. Me alegro que le sea reconocida su obra social y su gran corazón

Observador dijo...

Maravillosa iniciativa de una niña que sabe lo que es estar en este mundo sin derechos por el sencillo registro de nacimiento inexistente en muchos países, educación y sanidad y una identidad es al menos lo poco que se les puede dar a tant@s niñ@s, que gran ejemplo para los gobiernos.