martes, octubre 19, 2010

57 mujeres.


Ya van 57 mujeres asesinadas víctimas del terrorismo de género.
Me da miedo descubrir que cada muerte, cada mujer que aparece en los medios sea una estadística más, un número normalizado en una sociedad que parece adormecida ante este goteo incesante de mujeres muertas. Me pregunto qué sucedería si estas 57 mujeres fueran las víctimas de un atentado terrorista. Esta normalidad se transformaría en irregularidad, algo con que escandalizarse y ser motivo de movilización de masas.

Me sorprende que ahora los medios, se den cuenta de las otras víctimas del terror: los niños y niñas que perecen bajo esa violencia: de las 57 mujeres que han muerto en este año hay cuatro menores junto a tres de ellas. En ningún caso, los pequeños habían superado los 7 años (el 12 de abril, fue encontrado un bebé de 4 meses muerto junto a sus padres, y el 4 de junio, un niño de 4 años, junto a su madre, a los que hay que sumar los dos hermanos cuyos cuerpos fueron encontrados el pasado domingo).
Los menores son las otras víctimas, los otros huérfanos que siempre han estado ahí, invisibles como sus madres que ya nadie se acordará de ellas y que se tendrán que enfrentar a cientos de situaciones difíciles desde muy temprana edad. Según el Ministerio de Igualdad hay unos 800.000 menores, testigos directos, silenciosos y aterrados.

Me sigue horrorizando que nos anestesiemos ante esta barbaridad porque ya las muertes por violencia de género ascienden a las de 2009 y esto tiene que ser motivo de convocatorias, de mayor número de protestas, de participación y por supuesto de reflexión.
¿Dónde se está fallando? ¿Quizás en las medidas y leyes de protección?…,o ¿quizás en las aulas, en la escasa atención de educación en perspectiva de género, en igualdad, en la no violencia, en la no discriminación?. Quizás en la falta de protocolos en los medios sanitarios o en la falta de concienciación social.
La violencia de género siempre se tiene que tener presente, verla con una perspectiva criminal por parte de todos nosotros, porque lo es. Sin concesiones, de tolerancia cero. Y es que como dice un eslogan: La sangre de una mujer maltratada, es la herida de todos.
Más en Lápices:
Teléfono denuncia violencia de género: 016 (Servicio de información y asesoramiento jurídico 24 horas al día 365 días al año.)

5 comentarios:

Borja dijo...

Sigue habiendo discriminación contra las mujeres en el plano laboral. Siguen habiendo muchos "señores" que no se levantan de la mesa un domingo para quitar un plato. Siguen habiendo quienes, pudiendo hacerlo, dicen que no van a contratar mujeres porque se embarazan y no son rentables. Y lo siguen diciendo delante de su mujer, de otras mujeres y ellas callan. Lo último que escuché fue que hay tanta violencia machista porque son extranjeras, en España eso no pasa... Impresionante.

Mayte Sánchez Sempere dijo...

No suelo comentar aquí, aunque te sigo hace un tiempo. Este tema me toca especialmente por lo terrible. Creo que las leyes no apuntan hacia donde debieran, que lo peor de la violencia doméstica (no sólo "machista", también la violencia contra niños y ancianos, a los que todos olvidamos) no está en las muertes sino en el terror en que viven tantas personas, conviviendo con su peor enemigo, destruidas moral y psicológicamente.

El problema está en las aulas, no hay otra manera de protegernos. Es la educación lo que nos falla.

Sin animo de hacerme "publi", hace unas semanas publiqué en mi blog un poema inspirado en las palabras que un chaval de unos 20 años dedicaba a su novia... escalofriante. Algo falla y falla en la base.

Si quieres leer el poema, aquí lo tienes.

Un abrazo.

Observador dijo...

Nos falta educación de genero y nos sobran estadísticas,nos falta igualdad en el respeto y nos sobran mujeres objeto en los medios de comunicación (anuncios y programas varios),nos faltan relaciones laborales coherentes y nos sobran los jefes/as misoginias que desprecian a las mujeres por la maternidad.
Algo falla si continuamente vemos que las mujeres son agredidas y maltratadas por los hombres que tienen en la cabeza serrín y piensan que son objetos para su bienestar.
Y ahora nos damos cuenta de que las otras victimas son l@s hij@s cuando siempre lo han sido pues están en el hogar cuando ocurren estos lamentables sucesos,que ell@s aprendan a decir NO a esta lacra.
Pd.-Perdona por no haber pasado antes por tu blog pero esta fuera y no tenia Internet,aunque me he puesto al día. Besos

Alicia Mora dijo...

Mayte, estoy contigo, la base es la educación y si no se pone freno esto no hay quien lo pare.
Terrorífica el poema que publicaste en tu bitácora...
Un abrazo

Anónimo dijo...

No entiendo la mania con la violencia de género, bueno claro si resulta muy políticamente correcto y queda muy bonito,..., pero lo que se debería denunciar es cualquier tipo de violencia sin necesidad de [etiquetas]