Al menos medio millón de mujeres embarazadas se encuentran afectadas por las inundaciones, de las que unas 100.000 están en la última etapa del embarazo. Muchas de ellas se verán obligadas a dar a luz en albergues temporales, sin acceso a agua potable ni asistencia médica, y a menudo rodeadas de agua contaminada.
Además a pocos días de la llegada del invierno, Pakistán sigue luchando por rescatar a cientos de miles de familias de las aguas y combatir las enfermedades y el hambre. Pero el país está bajo una enorme presión para hacer frente al pago del 30% de sus ingresos presupuestarios a acreedores externos, en concepto de deudas incurridas por anteriores gobiernos dictatoriales.
Los más vulnerables: los menores. Hay que recordar como dije en una entrada anterior en esta bitácora que ONG española PLAN denunciando que unos 4.300 niños han desparecido a lo largo de los últimos 18 meses. Problema parece ser que está enquistado en un país donde cada año desaparecen 3.000 menores y que ha empeorado tras las terribles inundaciones que han asolado el país.
Hoy Save the Children ha confirmado que 2,4 millones de niños con menos de 5 años no recibieron ayuda alimentaria a un mes del inicio de la emergencia por inundaciones y desmoronamientos en Pakistán, mientras fue posible asistir sólo al 20% de las personas desplazadas.
Desayunamos, comemos y nos vamos a dormir con estadísticas. Detrás de cada víctima hay una persona, un nombre una identidad. He recordado una frase de Martin Luther King: "La injusticia en cualquier parte del mundo es una amenaza a la justicia de cualquiera..."
3 comentarios:
Detrás de las frías estadísticas están esos niños desaparecidos y esas mujeres que los alumbran, pero nos resultan un monótono run run en los telediarios.
Hacia donde nos encaminamos??
Nos estamos deshumanizando cada día más ??
Que pena al ver esos niños tan desprotegidos...espero que los organismos internacionales hagan lo máximo para ayudar a la población de Pakistán..
Como se hace para que esto no exista más???!!!! me produce tanta impotencia y enojo por ver que a nadie de los que debería importarles, no hagan absolutamente nada...sólo queda la ayuda voluntaria de hermanos y hermanas que están a contra reloj para que ningún niño o mamá padezcan todo este desamparo..
Gracias por mostrar al mundo esta realidad y que cada uno se haga cargo a su manera de restablecer políticas mejores y rescatar los Valores Humanos.
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