viernes, diciembre 11, 2009

Paradojas.

Obama, recibe el premio Nóbel de la Paz, con pompa y traje a medida escucho atónita que defiende “la guerra justa”. ¿Desde cuando una guerra, es justa? ¿Desde las que se llaman ahora guerras preventivas, humanitarias?…¿a quién pretenden engañar con esta parafernalia lingüística?
Todas las invasiones, como Irak, Afganistán y demás ocupaciones militares siempre nos han vendido el discurso de unos ideales altruistas de ayuda y protección hacia los más débiles. No son simples palabras, están escritas a fuego y sangre por los protagonistas, aquellos que escriben la historia: los poderosos.
Mientras que las voces y testimonios de las verdaderas víctimas y también, los genuinos protagonistas, mueren silenciados en el efectivo trabajo de la indiferencia.
Foto: Obama muestra el diploma y la medalla del Nobel de la Paz en Oslo.- AFP.

Recuerdo palabras de Galeano: "La industria norteamericana de armamentos practica la lucha contra el terrorismo vendiendo armas a gobiernos terroristas, cuya única relación con los derechos humanos consiste en que hacen todo lo posible por aniquilarlos."

Efectivamente, la industria de armamento, globalmente considerada, los que dirigen y los que invierten en ella, EE.UU a la cabeza, es la principal ganadora en las guerras justas que cacarea Obama, y esto especialmente en los casos de crisis generalizada.

En su carta abierta ayer, con motivo del 61 aniversario de la Declaración de los Derechos Humanos, Aminetu, ella, sí que gran defensora de éstos, en huelga de hambre desde hace 25 dolorosos días, recordó una vez más la infamia que ha sufrido su pueblo: 35 años de exilio, separado por un muro de más de 2.600 kilómetros y mencionó especialmente a todas las personas libres que defienden los derechos elementales y se sacrifican para lograr paz en el mundo.

Cuantos disparates, paradojas, recorren pasillos internacionales y diplomáticos. Cacarean sobre la consecución de Derechos Humanos, con día internacional de por medio mientras Aminetu pierde el aliento por cada minuto que pasa sin que nadie tenga una solución, nada fácil, pero no imposible, que lleve a un desenlace justo y digno.

Muchos se sorprenden de la fuerza de las ideas y la integridad de esta excepcional mujer saharaui, se asombran aquellos que su catadura moral no llega ni a límites honrosos. Son aquellos que hablan de autoinmolación y sondas nasogátricas jurídicas. No han entendido nada. Ni quieren.


4 comentarios:

Maria dijo...

Que mundo más loco...

Observador dijo...

Paradojas de la vida que el premio Nobel de la PAZ se lo den a alguien que esta dispuesto a enviar más tropas a Afganistan y que por ahora no a hecho nada para merecer este galardón.Premio mediatico este de Obama .
Yo propongo a Aminetu para el proximo nobel de la PAZ,haber si se remueven conciencias anivel mundial.

Anónimo dijo...

¿Cómo nos atrevemos a pedirle a Aminetu que deje la huelga, si durante 30 años le hemos demostrado que sólo funcionan las vías violentas? En el caso de Haidar, es sólo una violencia contra sí misma. Pero veremos qué pasa con los jóvenes saharauis si permitimos que ella muera...

Rosa Montero.

Fatima dijo...

debe ser que las guerras son justas y la paz es injusta