miércoles, octubre 28, 2009

Centésimas de segundo.

Para alcanzar el éxito o el fracaso se dispone a veces de pequeñas y valiosas decisiones que la vida te ofrece. Y me pregunto para nosotros ¿qué es el fracaso? ¿Y una pequeña victoria? ¿Es igual para todos?. La reflexión está servida.

Este corto fue premiado en varias ocasiones entre las que cabe destacar el premio al mejor cortometraje en el Festival de Manhattan de 2007 o el premio especial del jurado en el Festival de cine de Funchal en 2006.

11 comentarios:

MIGUEL NONAY dijo...

Así de bestias somos el ser humano, Alicia.
El vídeo es tan brutal y, desgraciadamente real, como lo somos nosotros.
Afortunadamente, quedan islas en este mar de violencia y de "todo vale", como tú, y otra gente que luchais y peleais, y haceis posible todavía una esperanza
Beso, Alicia.
Miguel

Nacho Macías Álvarez dijo...

Curiosamente, acabo de verlo porque me lo han enviado por correo y te lo iba a mandar.
Un corto escalofriante y muy duro, que muestra hasta qué punto nos podemos deshumanizar. Además que sube de intensidad poco a poco.
Yo también pienso darle un espacio al corto.
Señor Naranja.

Pablo Marín dijo...

Hola Alicia, he llegado a tí a través de nuestro común amigo Miguel Nonay, y todavía no me he repuesto del vídeo...
te enlazo
un abrazo

txikaguay dijo...

Escalofriante Alicia, se me ha encongido el corazón...
Duro, pero muy real...
un musu

xianadanoite dijo...

Mi gesto dice más que mil palabras...
La cabeza se baja y el alma llora.

He visto la cara de la indiferencia y el egoismo buscando el reconocimiento personal.

(...)

Muchísimas gracias por compartirlo.

xianadanoite dijo...

Mi gesto dice más que mil palabras...
La cabeza se baja y el alma llora.

He visto la cara de la indiferencia y el egoismo buscando el reconocimiento personal.

(...)

Muchísimas gracias por compartirlo.

Ignacio J. Rivas dijo...

INCREIBLE! Gracias por tu blog!

Observador dijo...

Estremecedor video, todavía me estoy reponiendo del impacto, esas imágenes que nos enseñan la deshumanización enla que estamos inmersos cada día, con imágenes desgarradoras en los telediarios y la impasibilidad del espectador.
Gracias a tu blog y a gente como tu que nos dan esperanzas de que algo puede cambiar.

Alicia Mora dijo...

Gracias a vosotros por estar ahí.
Un abrazo a tod@s!

Sara G. de Blas dijo...

Este corto me recuerda lo que paso con la foto de una niña desnutrida en Ruanda a punto de morir con un buitre acechándola. El fotógrafo Kevin Carter captó ese duro momento, ganó el Pulitzer y tan sólo dos meses después se mató.

mison dijo...

qué duro y que real! ¿cuántas imágenes habrán sido captadas de este modo? Es algo en lo que debemos reflexionar todos, que detrás de un premio de este calibre hay muchas veces una pasividad cruel y detrás del objetivo de una cámara, un ojo frío y calculador a la espera de unos acontecimientos que sin duda muchas veces podrían haber sido otros si el corresponsal entendiera que en realidad en ese momento está fotografiando la esencia de su alma. Su peor castigo es verse a ellos mismos en esas fotos, un alma muerta, ahogada por la negrura de su crueldad.