sábado, mayo 09, 2009

Escuela Boromo Wolicho.

Foto, alumno escuela Girmama.

Uno de los profesores de la segunda escuela nos pidió, un tanto nervioso y mirando a su alrededor que le diéramos un bolígrafo. Las necesidades en estas escuelas, que nunca han sido cubiertas abarcan a todo lo que rodea el ámbito educativo.
Y esas carencias llegaban de forma más extrema si cabe en la tercera y última escuela: Boromo Wolicho. Era la más alejada de todas, apenas llegaba el agua y después de recorrer caminos invisibles, baches y de nuevo, torbellinos de polvo, pudimos contemplar muy a lo lejos la estructura verde. Fue algo irreal, la escuela parecía que flotaba en medio de la maleza seca y por un momento pensé que estaba abandonada.
Cuando llegamos tuvieron que despejar el camino ya que el coche no podia atravesar un terreno cubierto de matorrales y piedras.
*Foto, izquierda ministro educación Zway y profesores.

De repente salieron personas de la escuela. Despacio, contemplándonos con una sonrisa en sus rostros. Los niños permanecían en sus aulas silenciosamente. En esta ocasión ya sabían que les íbamos a visitar.
Ante la atenta mirada de los dos profesores y varias personas del poblado comenzamos a montar la estantería, colocar los libros, los paquetes de ceras, las cartulinas, los bolígrafos y todo el material que era exactamente igual que llevamos a todos los colegios. Y al llegar a las aulas, en esta ocasión bastantes más solitarias que la segunda, el ministro de educación les dijo unas palabras en oromo sobre el proyecto de Lápices, única lengua que hablaban estos chavales.
Uno de los profesores me repetía constantemente que dónde estaban los libros en oromo. Les enseñé los siete libros en concreto y luego los 350 libros en amárico y 14 en inglés. No puso buena cara por los pocos libros en la lengua oromo, es cierto, pero algo que no comprendía es cómo no enseñaban amárico en estas escuelas donde es lengua oficial del país.
Sólo hablaban en oromo y aunque es utilizado en Etiopía por más de 4 millones de personas, es sumamente complicado encontrar libros y además la lengua está en desuso.

¿Es acaso una estrategia del sistema de este gobierno etíope que sigan estos menores sin tener una educación útil, accesible, con vistas para su futuro? ¿No es la educación una herramienta para promover la libertad? Qué peligros, temores, puede ejercer esa palabra tan poderosa: la libertad. Recuerdo esa frase pintada en la pared de una biblioteca en medio del desierto argelino cuando visitamos los Campamentos de Refugiados saharauis: "Ser culto es la única forma de ser libre." Eran letras bien grandes, para que pudieran ser leídas por todos los alumnos y tenerlo bien presente.

Y aquí en una de las zonas de Etiopía más paupérrima y desolada se le está negando a los menores de forma tan explícita y tan injusta el acceso al propio idioma oficial del país.

Un pueblo instruido no se gobierna fácilmente, un pueblo que no sabe leer ni escribir es un pueblo fácilmente manipulable. Son citas famosas pero tristemente reales.
*Foto alumnos escuela Girmama.
Las Sisters de la misión, me comentaron después de contarles el episodio de los famosos libros en oromo, que por cierto nos costó tanto dar con ellos, que con los 350 libros que llevamos en amárico ya tenían para comenzar a aprender el idioma de forma casi urgente. Observo cada niño, cada niña. Sus ojos están cargados de fuerza y deseosos de aprendizaje. Pero también veo víctimas. El tiempo corre, se esfuma y no vuelve atrás.
*Foto alumna de la escuela Boromo Wolicho.
Esta escuela es la última y siento algo de tristeza de que Lápices termine en estos poblados tan llenos de vida y de hospitalidad. Nos despedimos de los profesores, alumnos, directores, y escuchamos palabras de agradecimiento por parte del Ministro de Educación.

4 comentarios:

Observador dijo...

Una vez mas recorro vuestro camino con los Lápices en Etiopia espero que algunos de estos niñ@s lo recorran con vuestra ayuda y salga adelante en el saber que a buen seguro les hará libres de pensamiento y creo que de cambio para Etiopía, seguid así con esta magnifica labor.

Anónimo dijo...

Me gustaría puntualizar algo. Los oromo son la etnia mayoritaria en Etiopía, hay unos 30 millones de oromos frente a los 19 millones de amharas,así que el oromo no está en absoluto en desuso. El hecho de que el amhárico sea el idioma oficial del país no implica que aprenderlo e ignorar el oromo vaya a facilitar en gran medida la vida de estos niños, ya que la mayor parte de ellos tendrán pocas opciones reales de salir de sus población o de su región, por tanto van a necesitar el conocimiento y uso de su lengua materna: el oromo. Si a partir de ahí pueden aprender nociones de amhárico sería estupendo para completar su formación. Es probable que los profesores de la zona no hablen amhárico y por eso os soliciten los libros en oromo, para hacerse entender ante los alumnos. Tampoco creo que haya un especial interés por parte del gobierno etíope para que estos niños no aprendan amhárico, a pesar del rechazo de los amharas y los tigriñas a los oromo, simplemente se les facilita la formación en su idioma materno porque es más sencillo el aprendizaje, pero es sólo una visión personal.
Por lo demás felicitaros por vuestro gran trabajo en Etiopía, acercar la educación a estos pueblos es muy importante.
Un abrazo

Alicia Mora dijo...

Hola Emma,
Gracias por tu aportación. Efectivamente, es tu visión personal, como la mía.
Verás, los profesionales sí que hablaban amhárico, y las sisters, grandes profesionales de la zona y la educación veían como un verdadero atraso no facilitar el idioma oficial.
Al igual que utilizar únicamente bolígrafos en vez de lápices...es un detalle tonto sí, pero también me parecía algo inexplicable.
Sobre el gobierno etíope y su gestión en educación, mejor no hablo.
Un abrazo!

Anónimo dijo...

El oromo solo esta permitido enseñarlo en as escuelas desde hace pocos años, aunque sea un idioma mas hablado que el amariña.
Los oromos han estado siempre perseguidos y masacrados. Es normal que quieran aprender en su lengua y por lo que relatas ellos quieren libros en su lengua materna lo que me parece lo mas normal del mundo.Y eso no quiere decir que no quieran aprender amariña, pero las primeras letras siempre entran mejor en el idioma materno, y no creo que esos niños sepan mucho mas all de las primeras letras.
Probablemte solo quieran bolis por falta de sacapuntas, o por cualquier otra razon.
Todo suele tener un motivo y no tenemos siempre porque entenderlo.
Saludos
Victoria