martes, enero 20, 2009

Obama y los tiempos oscuros.

Con los cadáveres aún sepultados entre los escombros y la desolación de la ciudad de Gaza, os dejo una lectura para la reflexión. Su autor es César Hildebrandt, periodista.
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Barack Obama ha nombrado a Rahm Israel Emmanuel como jefe de gabinete de la Casa Blanca. Emmanuel es uno de los líderes más prominentes del lobby israelí en los Estados Unidos. Su padre perteneció a la organización terrorista judía Irgun, autora de varios asesinatos masivos en contra de británicos y palestinos antes de la creación del estado de Israel.


Cuando estalló la llamada Guerra del Golfo, en 1991, Emmanuel se alistó en las fuerzas de Defensa del ejército israelí. El proceso de conversión de Barack Obama en un sionista adoptivo comenzó, según el periodista norteamericano James Petras, en la Escuela de Derecho de Harvard. Allí fue captado por Martha Minow, catedrática y “cazatalentos” del lobby israelí en los Estados Unidos. Durante un tiempo, sin embargo, Obama se resistió a esa influencia y acudió a las prédicas del pastor negro, cristiano e inconformista Jeremiah Wright, calumniado por las organizaciones del sionismo internacional como fomentador del terrorismo. Wright, en realidad, propone la creación de un Estado palestino y defiende los derechos humanos de ese pueblo martirizado.


Hoy Obama se ha visto en la necesidad de renegar de Wright y de sumarse a las difamaciones en contra de quien fuera alguna vez, aunque episódicamente, uno de sus mentores. Dos figuras claves para la campaña presidencial de Obama fueron David Axelrod, destacadísimo propagandista de la causa “Israel antes que nada”, y Bettilu Salzman, hija de Phillip Klutznick, multimillonario militante de la causa sionista. Bettilu Salzman ha dicho ante un reportero del “Chicago Jewish News” (el artículo se titula “Obama y los judíos” y fue publicado el 24 de octubre del 2008) que Barack Obama no fue apoyado por el lobby israelí por su brillantez o por el futuro de predestinado que podía advertírsele.
Obama acierta en todas las cuestiones relacionadas con Israel. Es, en ese sentido, todavía más firme que Clinton y tiene ideas más claras sobre lo que debe de ser una política hacia el Medio Oriente”, dice la señorita Bettilu. Cuando Obama fue a Israel en el 2006, invitado por las principales organizaciones judías de los Estados Unidos, terminó de conectarse con las más altas esferas de Israel. Según palabras de Petras, “Obama regresó comprometido y convertido a fondo en un político afro-americano sionista”.
Por ejemplo, el financiamiento de la campaña del presidente electo en Illinois fue supervisada por Lester Crown, un sionista de suma importancia en el Medio Oeste. “Siempre Obama ha sido un ardiente patrocinador de la posición de Israel en relación a su seguridad”, le ha dicho Crown al “Chicago Jewish News”. Siempre según el habitualmente bien informado Petras, el lobby israelí obligó a Obama a desechar el nombre de Zbigniew Brzezinski, asesor de Jimmy Carter, como uno de los posibles consultores en materia de política internacional. El pecado imperdonable de Brzezinski fue hablar de “una política imparcial hacia el Oriente Medio”.
Por parecidas razones fueron expulsados del entorno académico de Obama la catedrática de Harvard Samantha Power y Robert Malley, un crítico esporádico de los excesos del Estado israelí. Malley, dice Petras, había cometido el “descalificador error” de elogiar un libro que sabe a veneno entre los halcones proisraelíes y que dibuja los alcances ya escalofriantes del lobby israelí en los Estados Unidos, un libro escrito por los profesores Walt y Mearsheimer. Demostrando estar secuestrado firmemente por los intereses israelíes, Obama encargó el diseño de una política meso-oriental a Dennis Ross, un miembro de la comunidad israelí en Washington y un defensor público de la guerra de destrucción que Israel dirigió en contra del sur libanés en el año 2006. Y de inmediato añadió a su lista de consejeros privilegiados a Lawrence Summers, asociado en varias oportunidades al abiertamente fascista Alan Dershowitz, defensor de la tortura y de todos los desmanes imaginables ocurridos en los territorios ocupados.


James Petras llega a decir: “Si en el pasado hemos sufrido que la matonería sionista ataque nuestra libertad de expresión en la sociedad civil, piensen en lo que nos espera cuando esos matones hayan completado el control de la Casa Blanca. Podríamos estar hablando del primer presidente judío de los Estados Unidos”. Todo esto fortalece la teoría de que el ataque genocida sobre Gaza fue consultado por el gobierno de Israel al presidente electo de los Estados Unidos. Obama habría aconsejado al gobierno de Israel en el mismo sentido de las infames palabras que Henry Kissinger le dirigió a Pinochet pocos días después del golpe de 1973: “Si tienen que hacerlo, háganlo lo más rápidamente posible”.

7 comentarios:

Anónimo dijo...

Afro-americano-sionista. Bien, ya sólo le falta ponerse un kimono y declararse fanático de hacer sudokus y así tenemos el primer presidente de los United Colors of Benetton.

Mar dijo...

Me gusta este hombre, creo que hara mucho...

Besitossssssssss

eulez dijo...

En el supuesto de que esta hipótesis sea verdad: "Si tienen que hacerlo, háganlo lo más rápidamente posible” y habría que añadir "y háganlo antes de que yo sea presidente" (como así ha ocurrido). Lo cual significaría que Obama no tiene intención de apoyar medidas unilaterales como la invasión de Gaza.

Anónimo dijo...

No sé, pero no las tengo yo todas conmigo. Cuando fue elegido tuve esperanzas de que el cambio fuera positivo pero ahora... a varios días de su investidura se desata otro conflicto en Gaza y no parece que se posicione. En fin, espero que, ahora que ya está investido como Presidente, tenga el poder y el coraje de hacer lo que muchos esperamos, que defienda los Derehos Humanos y que presione para la aplicación del DIH

Anónimo dijo...

Rebuscando en la Red, he descubierto que el jefe de gabinete de Obama, que menciona Hildebrandt (Rahm Israel Emanuel), es conocido como Rahm-bo.

Como el destino teje ironías continuamente, ahora resulta que este Rahm-bo es hijo de un antiguo terrorista israelí, de los tiempos en que existía una insurgencia israelí y los terroristas eran ellos.

Olvidando su pasado y su responsabilidad histórica, Israel no quiere ver que Palestina está pasando por lo mismo por lo que ellos pasaron.

Pero hay mucho, mucho más detrás.

Saludos
http://hjorgev.wordpress.com/

Anónimo dijo...

Esperemos que la teoría a que te refieres no sea más que eso, una teoría. Lo contrario echaría por tierra las posibilidades de Obama de tratar de conseguir la paz en Oriente Medio, y las esperanzas de millones de personas. Excelente post. Besos.

Merche Pallarés dijo...

No me sorprende nada. El mundo está bajo el poder sionista fanático--lástima que no se escuchen las voces de los judios liberales intelectuales que creo serían los únicos que podrían pararle los pies a Israel. Besotes, M.