miércoles, octubre 22, 2008

Identidad, integridad.

Durante su servicio militar en Argelia, en 1960, el fotógrafo Marc Gaanger retrató a más de 2.000 argelinos para sus documentos de identidad. Incluidas mujeres que, contra su cultura y tradición, debían posar al descubierto frente a un extraño. Todas las fotografías realizadas por Gaanger no hacen más que identificar un colonialismo brutal.

Contemplando a esta mujer no puedo imaginar qué ideas o qué tipo sensaciones puede estar pasando por su cabeza. La agresión de fotografiarla, de violar su propia identidad cultural, esa que es tan básica para el ser humano, está fuera de todo el respeto y humanidad.
La integridad..., que en diferentes circunstancias está tan devaluada…pero es todo lo que tenemos. Es el último centímetro que nos pertenece en situaciones extremas y si salvaguardamos ese centímetro, seremos libres.

"Chartres, 18 de agosto de 1944" de Robert Capa.
Mujer francesa con su bebé, hijo de un soldado alemán. Acusada e identificada como colaboracionista de los alemanes durante la II Guerra Mundial es detenida y el gentío la rodea, se ríe, insulta y ella estoicamente soporta la agresión. Arturo Pérez-Reverte escribió en su día un magnífico artículo en referencia a esta imagen. La denominó “La risa de las ratas.”:….”hay una infamia a la que no consigo encontrarle el mecanismo, y tal vez por eso me parece la peor de todas; la más injustificable expresión de la mucha vileza que alberga el ser humano. Hablo de la falta de caridad."
Es evidente la falta de empatía, compasión que sobrecoge cada momento que se comtepla los rostros que acosan a la mujer y su hijo en brazos.

Señalada por una masa insensibilizada es incapaz de reflexionar sobre las circunstancias y la percepción del mundo que rodeó a esta madre, idéntica a cada personaje que está en la fotografía. Es como bien dice Revérte la hipocresía de esa muchedumbre: "uno se pregunta cuántas de las honradas mujeres que ríen escoltando a la joven rapada y a su hijo no agacharon la cabeza ante soldados alemanes con los que se habrían acostado tal vez, si hubieran podido, a cambio de comida o de privilegios. Cuántos hombres no les cedieron el paso en la acera o la silla en el despacho, o les lamieron las botas, o pusieron sus niñas a tiro cuando los otros eran vencedores, y pretenden ahora, en el escarnio fácil de esa pobre mujer y de su hijo, lavar su cobardía y su vergüenza."

Hay muchas situaciones que hablan de la pérdida de identidad, integridad, a través de la historia con violaciones sistemáticas de los Derechos Humanos. Hoy he querido recordar estas dos imágenes que gritan sobre la propia condición humana. Y sinceramente, da miedo. Porque el ser humano es capaz de realizar cosas maravillosas pero por el contrarío es capaz de las acciones más viles que nos podamos imaginar.

Estamos en tiempos absurdos, el pasado está presente para intentar aprender de los errores, aunque nos seguimos encontrando con demasiados ejemplos que nos señalan como seres que no evolucionamos jamás.

14 comentarios:

Anónimo dijo...

En fin...

Nunca sé qué decir en mis comentarios en este blog para no parecer demasiado antisocial...

Estoy totalmente de acuerdo con tus afirmaciones.

Saludos.

Anónimo dijo...

No se si he puesto comentario anterior, pero creo no haber llegado aqui antes. Para hacerlo hoy, gratificante, pues llena mi avida mente y conforta mi espiritu. Te visitaré a menudo. Saludes Alcira.

Anónimo dijo...

Cuanta razón tiene Reverte respecto a esta foto. Porque uno no deja de preguntarse… cuanto de nosotros tenemos la integridad intacta??? Nos pondríamos en su piel para sentir lo que ella siente o seriamos los que acusásemos y reímos???
Es esta nuestra identidad como persona o como grupo social???
Buen post para la reflexión. Besos

Alicia Mora dijo...

También me pasa a mi...me redimo con un post en positivo la próxima vez...un abrazo Rubentxo...

Celia Ruiz dijo...

Alicia,
esa mujer tiene cara de enorme tristeza. Hay un discurso muy actual sobre el uso del hiyab que sigue sin respetar, culturas, tradiciones y sobre todo deseos.
Un abrazo desde El Cairo

C.Borobia dijo...

Hola soy Caye de Cayecaturas, gracias por tu comentario y voto, ya había visitado tu blog.... y te felicito, como dibujante me veo "obligado" a votarte, para lo que necesites de mí, para lo que te pueda ayudar dentro de mis posibilidades ya sabes donde encontrarme
Saludos
P.D. Te añado entre mis favoritos, ya daré cuenta de tu blog entre mis blogeros

www.cayecaturas.com/blog

qaesar dijo...

Impresionante testimonio de un soldado estadounidense destinado en Irak en el que señala cómo sus superiores inculcan el odio y la xenofobia entre la tropa:

http://www.rebelion.org/noticia.php?id=74768

Bssss

Anónimo dijo...

Nunca aprenderemos de nuestros errores, parece como si estuviéramos obligados a repetirlos.

¿Quién está libre de culpa?

Magníficas las fotos

P.D. Te dejo el enlace a lo que me pediste en mi blog

http://madridfotoafoto.blogspot.com/2008/03/el-ngel-cado.html

Un saludo. Nos vemos

Anónimo dijo...

Gracias por tu visita, que me ha permitido conocer el excelente trabajo que hacéis.

Aún no había votado.. por ningún blog en ninguna categoría, pero tienen mi voto.

Además os pondré en mi blogroll.

Saludos,

DD

Anónimo dijo...

la fotografía social pone en ocasiones los pelos de punta

lys dijo...

Una mirada a la historia lo dice claro. Definitivamente no aprendemos.

Me suscribo a todo lo que dices.

Un saludo

Alicia Mora dijo...

Gracias a tod@s y bienvenidos a Lápices!

Anónimo dijo...

Absolutamente dramáticas esa miradas, esas historias. Yo, como Rubrentxo, tampoco sé muy bien qué decir y enmudezco con este tipo de cosas. Qué razón hay en tus palabras! Solo cabe un cierto encogimiento de vísceras con estas cosas...Un abrazo

Anónimo dijo...

Has expresado perfectamente lo que somos los humanos, si nos estudiasemos inferiormente un poco, quizas....habría mas caridad y humildad con los demas. saludos ruiseñor