Como resultado del arduo y prolongado parto, Wobete sufrió desgarros que la dejaron dañada. Tenía un orificio, o fístula entre la vejiga de la orina y la vagina, y otro entre la vagina y el recto, por lo que no podía controlar sus funciones excretoras normales y las heces y la orina le resbalaban continuamente por las piernas. Su marido la rechazó sin contemplaciones y la envió de vuelta a la casa de su familia.
La madre de Wobete la llevó a la clínica de salud del gobierno, en la ciudad principal de la provincia, Bahir Dar, Etiopía, pero las enfermeras le dijeron que no podían tratar a la niña y le aconsejaron llevarla a Addis Ababa, la capital del país, lo más rápidamente posible, porque si seguía sin tratamiento podía morirse de infección y deficiencia renal. La familia vendió una vaca para pagar el viaje de tres días y llegó con Wobete a las puertas del Hospital de Fístulas de Addis Ababa sin un céntimo...
Historias como estas son habituales en Etiopía. Niñas transformadas en mujeres casi sin darse cuenta, sufren de la fístula obstétrica y son excluidas socialmente por este estigma.
Las causas subyacentes del problema son embarazos a edades demasiado jóvenes, la pobreza, la malnutrición y la falta de educación.
Es especialmente común en el África subsahariana, donde la población tiene dificultad en obtener atención sanitaria de calidad. La Organización mundial de la salud (OMS) estima que por lo menos 8.000 mujeres etíopes tienen nuevas fístulas cada año. Aunque alrededor de más de 25 millones las mujeres están afectadas en el continente africano, un mal que en Europa y América se erradicó en el siglo XIX.
El próximo Viernes 11 de abril de 2008, de 11 a 13 horas, en la Facultad de Medicina (UAM), Aula Magna C/ Arzobispo Morcillo s/n . Metro Begoña, Autobuses L-67,132,124,135.
Os esperamos.
5 comentarios:
Gracias por acercarnos a esta realidad que no vemos habitualmente. Sé que muchas de estas niñas, obligadas a ser madres y esposas, quedan paraliticas por el esfuerzo del parto.
Me parece increíble la labor de esta mujer. Guardo la direccion y la hago llegar a mis contactos.
Saludos
Gracias, me faltan las palabras después de leer esto. Gracias, y gracias.
Lo subiremos al blog.
Y me guardo para siempre el nombre de Becky Kiser.
Un beso dolorido aún por este necesario post.
Marta
Bienvenida Becky a España.Sé que tu coferencia estuvo muy bien, me alegro.
Porque esas rosas necesitan amor,cariño y comprensión y porque otro mundo es posible.
Abrazos,feliz finde!!
S.R. :)
Me hubiese gustado acudir a la conferencia de Becky pero por motivos de trabajo no he podido. Triste realidad de las mujeres en África: ablaciones,desgarros y fístulas a la hora del parto y todo esto silenciado porque es un problema de "mujeres".
Gracias por este post.Besos
La charla de Becky nos impresionó a todos...en dos años ha ayudado a casi 800 mujeres que padecen la fístula obstétrica.Una gran emprendedora social que poco a poco cambia la visión de una sociedad entera y parte de nuestro mundo.
Saludos a tod@s.
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