Recuerdo amargo del sonido incesante de ambulancias a primera hora de la mañana. Del llanto, desesperación, de la búsqueda incesante de personas hospitalizadas, muertas, desaparecidas.
Aún, ahora en mi memoria, te sigo buscando entre los registros de cientos de personas que acudieron a mi hospital. Escribía tu nombre una y otra vez en el teclado, averiguando algún mínimo dato.
Pero no estabas entre los desconocidos que ingresaban…, no estabas para poder ir a conocerte…, tu cuerpo era otro número sin identificar en el Ifema.
Niña, no eras anónima, ya formabas parte de mí.
Ahora, después de estos cuatro años tengo el convencimiento de que no podemos olvidar. 191 víctimas siguen vivas en nuestro interior.
Aún, ahora en mi memoria, te sigo buscando entre los registros de cientos de personas que acudieron a mi hospital. Escribía tu nombre una y otra vez en el teclado, averiguando algún mínimo dato.
Pero no estabas entre los desconocidos que ingresaban…, no estabas para poder ir a conocerte…, tu cuerpo era otro número sin identificar en el Ifema.
Niña, no eras anónima, ya formabas parte de mí.
Ahora, después de estos cuatro años tengo el convencimiento de que no podemos olvidar. 191 víctimas siguen vivas en nuestro interior.
Las imágenes se suceden, el tiempo no ha transcurrido.
7 comentarios:
No me habia dado cuenta del día que era pero al leer tu entrada mi corazón se encoje como en aquel momento,aún el recuerdo sigue fresco en la memoria.Vaya mi homenaje desde estas lineas a tod@s l@s víctimas de este brutal asesinato.
No, nunca olvidaremos. Ni la tragedia, ni las mentiras posteriores. Un abrazo
Fue la noche más dura de toda mi vida profesional.
No creo que lo olvide jamás.
A alguien se le ocurrió que nos merecíamos un diploma por nuestra actuación, según me lo dieron lo guardé y no he sido capaz de volver a mirarlo.
No soy capaz de ver ninguna noticia que se relacione con ello sin ponerme a llorar.
Aún me duele.
Pero qué orgullosa me sentí de mi ciudad.
Un saludo.
Sigue llorando el alma:
por cada uno de los 192 inocentes que aquel día perdieron la vida
por cada uno de los más de mil asesinados en este país por el odio y la sinrazón asesina de los fundamentalismos más atroces
por una humanidad alimentada de rabia y violencia.
Hoy, más que nunca, elevo mi NO ante cualquier forma de violencia.
Hoy, mientras buscaba cosillas para mi blog, he leído poemas, revisado fotografías que no había visto desde hace un año... y he llorado.
Sólo espero que no olvidemos (ni en particular ni en general) nunca este brutal atentado... el más sangriento perpetrado en nuestro país.
Bicos ;-)
Mi querida Alicia,
He entrado sólo para mandarte un fuerte abrazo y un enorme beso, y quería dejarlos aquí, en esta entrada que me deja sin palabras, porque hay demasiado dolor en el recuerdo.
Te echo de menos amiga.
Fue un dolor grande e intenso. Profundo.
Todos los atentados nos han dejado alguna herida, pero éste tuvo una magnitud inconmesurable.
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