miércoles, enero 30, 2008

La M manda.

Simran es la nena que sostiene en brazos su madre. Una familia muy humilde que vive en uno de los barrios más pobres de Calcuta, India.

Simran de tan solo cuatro años, es uno de esos niños y niñas, como millones en el mundo, que no disponen de 'papeles'. Menores que no se registran al nacer y que por tanto no existen oficialmente en ningún libro o papel ministerial.
Es imposible realizarles un pasaporte, por ejemplo. Son menores inexistentes, invisibles.

El destino quiso que fallara su pequeño corazón cuando nació. La niña fue diagnosticada de una enfermedad congénita cardiaca y urgentemente necesitaba una intervención quirúrgica muy costosa e imposible de realizar por los escasos recursos que dispone la familia.
*Foto madre de Simran.

La M de miseria asola media Calcuta. Dicen que es la ciudad del mundo con más leprosos y mayor número de personas viviendo en la indigencia.
Simran no es una niña de la calle, pero tiene tantas privaciones económicas, tantas, que peligraba su vida si no conseguía dinero para operarse.

Detrás de una M de miseria, siempre está la M de money. Así pues sin dinero no hay esperanza, no hay nada. El dinero determina qué o quiénes tienen derecho a vivir en la mayoría de los países del mundo.
Por lo tanto, la pobreza también significa morir antes que los habitantes de los países más ricos simplemente por no tener dinero para conseguir medicamentos.
Ahora se oyen voces alarmantes celebradas en el Foro de Davos, que reúne a los ricos y poderosos del mundo: "Estamos ante una auténtica emergencia mundial de desarrollo y pobreza, y si no actuamos, no tenemos ninguna posibilidad de que se logren los Objetivos de Desarrollo del Milenio en 2015", 'Los niños del mundo no pueden esperar otro siglo'.

Desde luego que Simran no podía esperar más tiempo.
Desconocía la historia de esta niña hasta que Elena y Lichi, dos fantásticas mujeres fueron a pasar unos meses de voluntariado colaborando con la ONG New Light.
Ellas junto con Urmi, presidenta de New Light me pasaron su escaso historial médico. Apenas cinco líneas...

*Foto Simran.
Entonces decidimos mandar el dinero para pagar la intervención quirúrgica de la pequeña, claro está en un Hospital privado.

Por fin Simran ha sido intervenida, hace escasamente dos días, en el Rabindranath Tagore International Institute de Calcuta y ya ha salido de la unidad de cuidados intensivos. Ahora se recupera poco a poco pero su vida ya no peligra por esas rupias que se han traducido en un "pasaporte" a la vida.

Se que esto es sólo una gota de agua en un inmenso mar, ya que se calcula que todos los años mueren casi 11 millones de niños (es decir, 30.000 niños al día) antes de cumplir 5 años de edad. La mayoría de estos niños viven en países en desarrollo y mueren como resultado de una enfermedad o una combinación de enfermedades que se pueden prevenir o métodos que ya existen de bajo costo.

Recuerdo un proverbio hindú que dice...."No hay árbol que el viento no haya sacudido".
El viento de ese proverbio, ese que sacude al árbol más fuerte, podría al menos agitar esa resistente y obstinada miseria que permanece imperturbable a través de años y mueva de una vez por todas a los gobernantes para trabajar conjuntamente y conseguir que esos objetivos del milenio sean un hecho.

Que el viento conduzca a los dirigentes indios a una gestión sanitaria donde sea asequible para todas aquellas familias de escasos o inexistentes recursos y así prosperar en una atención asistencial sin necesidad de ver morir a sus niños y niñas. Pero hoy por hoy, en cualquier rincón más desfavorecido de este planeta, la "M" de money es la que manda.

10 comentarios:

L.K.M.L dijo...

Conmovedora sin duda alguna la historia de esta pequeña niña y por supuesto, tambien llena de una esperanza que se niega a morir.

Que bueno que fue intervenida y si, puede ser una gota en un mar inmenso, pero como decia la Madre Teresa, el mar seria menos sin esa gota.

Un saludo desde México, donde la pobreza tristemente tambien existe.

Eifonso Lagares dijo...

Muy duro y muy real este post. La M manda, miseria, money, matanza, maltrato, etc. Estas pequeñas historias ayudan a seguir la lucha.
Besos

Francisco O. Campillo dijo...

En el "Día de la Paz" un abrazote para quienes la construís con Lápices

Anónimo dijo...

Muy bueno este post, que nos traslada a la India y la historia de Simran. Gracias a Infancia Solidaria, podrá tener una E grande de esperanza.
Y antes de que se me olvide, el vídeo que has puesto es duro, pero refleja la globalización de la cultura del fast-food y aqui tenemos otra M pero de Mierda.

Anónimo dijo...

Hola Alicia!
Me ha llamado especialmente la atención el video pues estuve en India en el 2006 y vivi una situación identica a la que muestra.
Es una pena que este tipo de cosas ocurran tan a menudo...en fin.
Un saludo,

Patri (la de Ghana)

Alicia Mora dijo...

Muy bueno observador: M de "mierda"..desde luego que sí.,en todos los sentidos.
Un saludo a tod@s y feliz fin de semana.

Alicia Mora dijo...

Patricia bienvenida a Lápices!
Me pregunto si algún día estas imágenes del vídeo dejarán de ser habituales...no solo en India, también en Egipto (salvo que aquí, el guarda les tiraba piedras a los niños)..
Un abrazo

Anónimo dijo...

Me viene a la mente la M de mierda, la M de míseros ellos y miserables nosotros, la M de mañana, que puede ser esperanza o desolación...Saludos

Desesperada dijo...

parece que sólo nos conmueven las cosas cuando le ponemos nombre y cara. dices once millones de niños y nos conmovemos menos que mirando a M. de verdad, me cansa ser hombre. cada vez más.

Anónimo dijo...

Una historia dura y conmovedora en un país acostumbrado a convivir con la dureza del día a día. No hay descanso para los parias, pero tampoco justicia. Saludos.