En Palestina el estatus de la mujer es alto. El número de mujeres con educación se ha incrementado considerablemente, con empleo de mujeres en todas las industrias, incluyendo campos especializados como ciencias y tecnología.
La fuerte contribución política de las mujeres ha animado a más mujeres a introducirse en campos de la cultura, la economía y la política. Sin embargo la presencia de la mujer palestina en la toma de decisiones aún no es demasiado fuerte. Hay necesidad de legislar promocionando los derechos de las mujeres en el Consejo Legislativo Palestino.
La mujer palestina debe continuar la lucha por sus derechos políticos y sociales, venciendo los obstáculos que tienen frente a ellas, el más serio de los cuales es la ocupación de su tierra. Y no dudamos de que este reto en los próximos años pueda alcanzarse gracias al empuje y la fuerza de estas mujeres.
*Joven estudiante de magisterio en la escuela Gasan Kanfani.
Una de las profesiones donde la mujer tiene casi la exclusiva es la de maestra de escuela. Y pudimos comprobar la profunda dedicación, la delicadeza con los niñ@s, el empeño para inculcar el respeto y la solidaridad entre los más pequeños.
Estas mujeres enseñan inglés a partir de los cinco años. Nos sorprendió el alto índice de este idioma.
Aún así la educación palestina recorre caminos tortuosos debido a la ocupación y las innumerables incursiones del ejército israelí. La amenaza constante de la violencia hace que en cualquier momento los niñ@s dejen de ir al colegio y son las propias madres las que tienen que enseñar en los interminables días de toques de queda.
Hoy hablamos de ellas. Mujeres anónimas que día a día creen en la enseñanza. Sus nombres no figuran en libros ni en noticias internacionales. Son mujeres que luchan día a día creyendo en la educación como pilar básico de la sociedad, que luchan desde la ocupación, desde sus escuelas y en sus hogares.
Profesora en la escuela Colegio Garden Samera Zpadi del campo de refugiados de Jenin. Nos recibe con cariño y nos muestra a su hijo. El niño era muy travieso y le costó un gran esfuerzo posar para la foto.
Profesora en la escuela rural en Yatta. Animó a los niños y niñas a que nos cantaran canciones de bienvenida. Nos sorprendió la fuerza, la dedicación de esta mujer hacia los más pequeños.
Beesan que nos ofreció hospitalariamente su casa en Hebrón, acude cada día como educadora en la escuela escuela Infantil Kanafare IDNA, una de las escuelas más creativas que vimos a pesar de su escaso material. Su amor hacia los niños se palpa en cada gesto, cada mirada que les dedica.
Nuestra querida Nadia, que estuvo con nosotras en todo momento, llevaba velo además para pasar desapercibida, para acceder a la mujer rural y germinar ideas en ellas para avanzar en la familia, en la educación. Anteriormente fue profesora, su gran vocación. Pero
emprendió junto a Maha la creación de la Unión de Comité de Mujeres donde desarrollaron maravillosamente esta red de colegios y guarderías que acogen a
1200 niños distribuidos en 27 Guarderías y Jardines de Infancia. Una labor encomiable, digna de admiración. Hay muchas más mujeres luchadoras. A todas ellas nuestro respeto y queda aquí este pequeño homenaje.
“Si queremos enseñar una paz verdadera en este mundo, y si tenemos que continuar una auténtica guerra contra la guerra, debemos empezar por los niños y las niñas.” Mohandas Gandhi