lunes, septiembre 24, 2007

Todo fue mentira.

Fuimos a jugar al fútbol con mis amigos. Estábamos muy contentos porque había acabado la guerra con Israel, y aquí, en El Líbano, los mayores lo estaban festejando como podían: algunos se juntaban con familiares que se reencontraban, con vecinos y amigos, bebiendo Arak de una botella escondida bajo el suelo de casa y algún que otro dulce. Y a pesar del dolor permanente que se había instaurado en la cara de mi padre después de que mi madre muriese por falta de medicinas, ese día le vi feliz.

Se acabó la guerra! por fin hijo...por fin. Me decía agarrándome de los hombros.

Corrimos por los escasos terrenos cultivados hasta llegar a un descampado que lo llamábamos nuestro “pequeño estadio”. Una llanura reseca con porterías delimitadas con piedras que tuvimos que recomponer ya que los bombardeos de los meses anteriores había hecho que desapareciese no sólo las porterías sino que también existían unos agujeros en la tierra bastantes grandes.

Nada, en dos días nuestro pequeño estadio de fútbol profesional estaba listo.
Ese día estábamos impacientes por jugar. Con la guerra siempre permanecíamos escondidos, y con pocas posibilidades de ver la luz del día. ¡Teníamos tanto miedo!
Corríamos detrás del balón, como si nunca lo hubiéramos hecho, gritábamos como locos y saboreábamos la libertad. Ser niños otra vez. ¡Hay tantas cosas que nunca valoras hasta que las pierdes!

Entonces, me tiraron la pelota, tan lejos que desapareció de nuestros ojos. Justo cuando la encontré y me preparé para devolverla fué cuando entonces sucedió.

Algo estalló bajo mis pies.
Y mi mundo se desvaneció hasta convertirse en oscuridad.
Luego...no me acuerdo de nada, aunque me han dicho que estaba aún con los ojos abiertos cuando mis amigos fueron a buscar ayuda.

Mi padre me recogió y me llevó al hospital.
No sé cuantos días han pasado, pero cuando veo el rostro de mi padre creo que han sido muchos.
Él me destapa la sábana y una enfermera viene a curarme.
Y es ahí cuando mi padre comienza a llorar y a cubrirse el rostro con sus trabajadas manos.
No le oigo muy bien pero sé que me dice algo mientras me curan.

Entre vendas y más vendas veo que no tengo pierna izquierda, y la derecha está escayolada hasta la cadera. Apenas veo los dedos del pie, pero creo que los noto...
Siento mucho dolor en el estómago, tengo quemaduras por todo el abdomen, brazos y cara.
Y ahora sé que me engañaron. No había terminado la guerra, todos me mintieron. Porque mi verdadera guerra acaba de comenzar.
Todo fue mentira."

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Este niño sufrió amputación traumática de la pierna izquierda, pie derecho, múltiples fracturas, perforación de tímpano y grandes quemaduras de segundo grado.
Le estalló una bomba de racimo, una de las 1,2 millones de bombas que esparció el Ejército Israelí el verano del 2006.
Israel arrojó el 90% de las bombas en últimos tres días de guerra según la ONU. Centenares en campos de cultivos y zonas residenciales.

Más de 120 blogueros nos sumamos a la campaña de Francisco Polo desde su blog Cosasdeladiplomacia.info en contra de estas armas.

La presión de diferentes ONGs, blogosfera, Greenpeace, ha hecho que el Gobierno Español se comprometa por ley a promover y apoyar las iniciativas "que tengan por objetivo la restricción y, en su caso, la prohibición de las bombas de racimo, especialmente peligrosas para las poblaciones civiles".

Y así figura en una enmienda transaccional, a la Ley sobre el Control del Comercio Exterior de Material de Defensa y de Doble Uso. Es un primer paso, porque esta medida no supone la prohibición de su fabricación.
Sigamos con la campaña, sigamos caminando en el mismo rumbo y con objetivos comunes con la ilusión que nos da la fuerza de la información y de la unión.

10 comentarios:

Unknown dijo...

.... Podriamos empezar por dejar de ser uno de los paises que mas armas venden y luego ya preocuparnos por otras cosas...

Pero bueno, bienvenido sea este rechazo.

Carmen dijo...

Pues sí Alberto... es una victoria " a medias ", pq si siguen fabricándose será para algo, no para dejarlas almacenadas y sin utilizar... pero bueno, poco a poco... este es un primer paso...

Ali, la historia de este niño es... no sé cómo explicar lo q he sentido mientras lo leía e imaginaba su situación y su sufrimiento... es horrible... nadie, absolutamente nadie debería vivir una guerra, y mucho menos q nadie un niño... me he puesto a llorar, no he podido evitarlo, y creo q en la ofi están imaginando cualquier cosa, pero seguro q no imaginan q estoy llorando por la historia de un niño q ni siquiera conozco y q vive muy lejos de aquí... además, esto me ha recordado a un niño llamado Borja, uno de los pequeños a los q visitaba en el hospital como voluntaria, al q también tuvieron q amputarle una pierna, pero su guerra fue con el cáncer, un osteosarcoma... tenía la misma edad q ese niño... nunca podré olvidar lo q fue para mí compartir con él y su familia esa traumática experiencia... pero a diferencia de este caso q nos cuentas, lo de Borja no se pudo evitar, pero las guerras sí se pueden y se deben evitar... agggg q cansancio... q mundo tan incomprensible por la voluntad de tantos impresentables q juegan a ser Dios con sus desquiciantes políticas... mejor me voy... ya he dicho más de la cuenta...

Un beso Alicia, y otro para Teresa q hace siglos q no sé de ella... cuidaros mucho...

alicia dijo...

Precioso post, tocaya. Es una alegría que se haya conseguido avanzar respecto a las bombas racimo, demostrando una vez mas que la ciudadanía va por un lado y los políticos por otro

Anónimo dijo...

Lastima que la Ley sobre el Control del Comercio Exterior de Material de Defensa y de Doble Uso sólo sea un primer paso,y que esta medida no prohiba la fabricación.Lastima por que el estado español sea unos de los primeros fabricantes(supongo que tambien vendera)de bombas de racimos, minas antipersonas,y otro tipos de armamento.
Besos y buen post,yo tambien me sumo a esta iniciativa por otro mundo mejor.

Eifonso Lagares dijo...

Hemos dado un primer gran paso con la conquista de Francisco Polo. Pero nos queda muchísimo por hacer y mientras por desgracia se perderán vidas.

Muy buen post. Besos

3rn3st0 dijo...

Ya me uní a la campaña. Respecto al texto, hoy prefiero no decir nada. Sólo siento un gran rencor, muchas otras palabras también describen lo que siento, pero todas son viles y oscuras.

Cuando mi alma se aclare volveré a escribirte.

Saludos desde Venezuela :-)

Unknown dijo...

Terrible esa historia, Alicia. Gracias por vuestro trabajo, hermoso y solidario. Besos,
V.

Anónimo dijo...

¿Retringirlas quiere decir dejar de fabricarlas?
Como siempre encantado de leeros.
Mil besos

Alicia Mora dijo...

Gracias a todos. Una historia dura, que aunque es ficción, es un ejemplo de cientos de niños que han padecido y que padecerán tremendas secuelas por bombas racimo que aún se siguen desactivando, por ejemplo en Líbano.
Recordad que según cifras de la ONU, en el suelo de la zona del Kurdistán (donde queremos ir a llevar Lápices) hay entre 10 y 20 millones de minas terrestres...han realizado un gran trabajo de limpieza pero continúa aún.
Es un tema complejo y doloroso.
Carmen..es cierto, las guerras sí que pueden ser evitadas, pero mira como estamos...lo importante es machacar para que se hagan leyes en contra del mercadeo actual de armas, cambiar las leyes, modificarlas, y gritar para que se nos oiga. Y estoy segura que si gritamos todos juntos podemos hacer grandes cosas.

Salgo para Marrakech mañana, espero colgar alguna historia de Marruecos próximamente..
Muchos besos a todos los que seguís Lápices!!!!

Fer dijo...

Gracias por compartir estas realidades, es importantísimo que existan espacios que muestren estas cosas
Un gran saludo y suerte para el viaje