viernes, marzo 02, 2007

Un día en la vida de Nablus bajo toque de queda.

Lápices para la paz hace un alto en el viaje.
Nos hacemos eco de la nueva incursión israelita en Nablus el pasado domingo 25 de febrero. Por cierto, el nombre de esta operación es con el siguiente eufemismo:"Operación invierno caliente".
Un pueblo al norte del Territorio Palestino, que pasamos sin parar cuando nos dirigíamos a Jenin. Un pequeño lugar de este mundo donde
los menores de hasta treinta y dos años no pueden salir del pueblo debido a su carácter "violento" según dicen los militares israelíes.
Un pueblo humilde que vive el día a día como mejor pueden. Pero ahora reviven de nuevo una nueva incursión parecida a la terrible ocupación que tuvieron en el 2002.
En Ramallah conocimos a Ramón, un hombre luchador, comprometido con la realidad Palestina que dedica sus días trabajando para la organización Palestinian Medical Relief Society . Una compañera suya, Kirsten Sutherland, nos envía una crónica de la invasión en Nablus, mientras participaba en labores de ayuda humanitaria de emergencia a la población donde 250.000 personas siguen bajo toque de queda impuesto por las fuerzas militares ocupantes israelíes.
Desde este rincón de la blogosfera esperamos que esta historia tenga la máxima difusión en diferentes blogs que sabemos que nos seguís.
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Nablus, 26-02-07. El Dr. Ghassan Hamdan, Director de Palestinian Medical Relief Society en Nablus, se levantó a las 5 de la madrugada después de dormir sólo dos horas y media. Hasta ese momento, había estado distribuyendo medicinas y alimento y prestando socorro médico de primeros auxilios a los residentes de la ciudad vieja de Nablus, confinados en sus viviendas bajo toque de queda impuesto por Israel desde primeras horas de la mañana del domingo.
Se despertó con una llamada que le comunicaba que una casa a las afueras de la ciudad vieja había sido incendiada por soldados israelíes y que podría haber víctimas.
Cuando llegó al lugar del suceso le contaron que los soldados israelíes llegaron al apartamento, situado en una zona residencial, al rededor de las 4:45 y forzaron a los residentes a abandonar el edificio y a permanecer en la calle. Una de las residentes, Mona Tbeileh, fue acusada por los soldados de dar refugio en su casa a hombres “buscados”. Mona negó tajantemente tal acusación y explicó a los soldados que su marido se encontraba fuera y que ella y su hijo eran las únicas personas en el apartamento. Ella dijo a los soldados que podían registrar el apartamento para probar la veracidad de su testimonio, incluso llegó a ofrecerse como escudo humano. Los soldados se negaron a registrar el apartamento y a las 5:15, aproximadamente, colocaron una carga de explosivos en la puerta del apartamento, acabando éste en llamas.

Mona y su familia nos enseñaron la destrucción provocada: agujeros de bala en las paredes y humeantes montones de enseres personales y mobiliario. Nivin, la hija de 19 añillos de Mona, señaló a una estructura ennegrecida diciendo:- “esta era mi cama. Gracias a Dios, anoche dormí en casa de mi prima. Cuando me llamaron para contarme lo que había pasado enloquecí. Estaba preocupada por mi hermano y mi madre. Me tomó 5 horas apagar el fuego. Todo estaba destruido”.

*Exterior de la casa quemada de la familia Tbeileh.
Fotos: Kirsten Sutherland.

El Dr. Mustafa Barghouthi MP (Diputado Parlamentario), quien visitó a la familia ese mismo día, declaró: “este es uno de los muchos ejemplos de cómo las tropas israelíes creen poder actuar con toda impunidad. El hogar y las pertenencias de esta familia han sido destruidas, por que? Que se hará ahora?. Nadie los compensará por la perdida de su hogar. Nablus ha vuelto a los días de 2002.”

El Dr. Barghouthi se refirió al periodo durante el cual Nablus estuvo casi 200 días bajo toque de queda, los residentes se vieron forzados a permanecer confinados en sus casas el 80 % del tiempo comprendido entre el 18 de junio y el 31 de diciembre de 2002 (a menudo con franjas de 24 horas).
Así, los habitantes de Nablus están muy acostumbrados a estas formas de castigo colectivo.
Este último toque de queda comenzó el domingo 25 de febrero, cuando 80 vehículos y bulldozers militares israelíes invadieron la ciudad desde primeras horas de la mañana con la excusa de una “operación de arrestos”. La televisión local y las emisoras de radio fueron tomadas por la tropas israelíes, quienes emitieron mensajes pidiendo información acerca de 5 hombres buscados por ellos. Un número de casas fueron ocupadas, una vez dentro, los soldados perforaron grandes agujeros en los tabiques para facilitar el movimiento de los soldados de casa a casa sin tener que salir a las calles. Un civil fue asesinado en su casa por un disparo en el cuello; otras 20 personas resultaron heridas por disparos de balas recubiertas de plástico.

La zona de Nablus en la que se encuentran los dos únicos hospitales públicos de la ciudad, el Hospital Al-Watani y el de Rafidya, fue declarada zona militar cerrada. Cuando visitamos el hospital, en el corazón de Nablus, nos encontramos con 4 jeeps militares y unos 16 soldados bloqueando la puerta, parando a todas las ambulancias y clínicas móviles que entraban y salían del hospital.

*Jeeps militares israelies bloquean lapuerta del Hospital Al-Watani en el centro de Nablus.

“La cuestión es incontrovertible, no tienen derecho a poner a 250.000 personas bajo toque de queda e impedirles el acceso a servicios médicos y educativos cerrando hospitales y centros educativos” dijo el Dr. Barghouthi.

Esta declaración esta muy en perspectiva pues mientras acompañábamos al equipo de una clínica móvil de la Palestinian Medical Relief Society, que repartía medicinas esenciales para personas afectadas por enfermedades crónicas como Hipertensión y Diabetes y alimentos básicos como pan y leche en polvo para infantes, nos tropezamos con dos vehículos militares israelíes que bloqueaban el acceso a una de las principales entradas a la ciudad vieja. Al lado de estos vehículos nos encontramos con un hombre en silla de ruedas que junto con su hermano llevaba más de una hora intentando regresar a su casa en la ciudad vieja sin éxito.

El Dr. Ghassan intentó negociar con los soldados el permiso para que este hombre y su hermano pudieran regresar a su casa, pero los soldados israelíes se lo negaron sin dar ninguna explicación.
A raíz de nuestra insistencia, una voluntaria escocesa de PMRS fue autorizada a acompañar sólo al hombre discapacitado. “Podemos ver que no eres árabe” fue la razón esgrimida a gritos por los soldados para autorizar la ayuda de la voluntaria. Cuando ésta señaló que sola no podía sortear los escalones que conducían a la casa, el hermano fue autorizado a ayudarla con la condición de que éste no podría volver a salir de la casa y que ella debía salir inmediatamente de ésta.

*Dr. Ghassan con enfermo y su hermano.

La visita a la ciudad vieja nos dejo una imagen bien diferente de lo que sería su estado en condiciones normales: una ciudad de estrechas calles atestadas de pequeños puestos de verduras y otros artículos y niños jugando a fútbol; una ciudad afamada por la hospitalidad de sus habitantes, donde la gente te llama desde sus puertas y ventanas para invitarte a tomar café o comer Kenafa, un dulce tradicional de Nablus.

Hoy, nos encontramos con una ciudad desierta y cubierta por un manto de piedras arrojadas a los amenazantes jeeps israelíes estacionados por toda la ciudad; obstáculos creados por los residentes de la ciudad vieja, hechos de ramas de árboles y contenedores de basuras ardiendo, en un vano intento por impedir la penetración de los jeeps israelíes en sus calles; y caras que miran a la calle desde las ventanas de las casas, algunas reflejando miedo y otras simplemente aburrimiento.

Cuando nos disponíamos a entregar comida en polvo a un niño discapacitado de 5 años, única alimentación que su organismo tolera, y un jeep militar nos impidió bruscamente la entrada a su calle, le pregunte al conductor de la clínica móvil, Tahir Kosa, voluntario de PMRS, porque arriesgaba su vida continuamente llevando comida y alimentos a familias confinadas en sus hogares?. Me contesto “Esta es mi forma de sacrificio, alguna gente sacrifica su educación, otros como informadores para la prensa. Es mi obligación”. “Además, cuando tienes a colegas y amigos que dedican su vida a ayudar otros, que siempre son los primeros en llegar donde hay necesidad, sin importar el peligro que les amenaza, surge una inspiración que te hace querer seguir su ejemplo”.

Este es el espíritu de los palestinos que constantemente asombra al visitante. La ocupación israelí, llena de historias diarias como la que hemos vivido hoy en Nablus, va a cumplir su 40 aniversario este año y a pesar de descomunal presión militar, económica y política y el fracaso de la Comunidad Internacional a la hora de exigir el fin de la ocupación israelí, la inspiración sigue guiando a los palestinos en su lucha por vivir en paz, libertad y dignidad.

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Vídeo: Nablus ciudad fantasma. Una visión desde dentro y a pie de calle de lo sucedido en esa ciudad Palestina a lo largo de una semana del mes de agosto del año 2004.

10 comentarios:

...y volverán dijo...

Hola,

Quizá ya los hayáis visto, pero os dejo este enlace a los vídeos de la invasión de Nablus en febrero.

Son del estilo del que habéis colgado sobre la invasión del 2004.

http://www.researchjournalisminitiative.net/nablus.htm

Alicia Mora dijo...

..Y volverán: gracias por poner el enlace.Un saludo.
Lápices para la paz.

Sebastián Liera dijo...

Pensaba "espejearos" hasta el domingo; pero la noticia merece una cobertura más inmediata. En unas horas estará la entrada de enlace hacia acá. Saludos solidarios con la admir@cción de siempre.

Anónimo dijo...

Espeluznantes imágenes las del vídeo.Cuanta impotencia al ver lo que está sucediendo, esta impunidad es demencial!!

absence dijo...

Gracias, Señor Chilanga. Localicé por internet el especial de la revista Cleo sobre Blue Demon hace un par de meses en una librería inglesa y me hice con él. EL aspecto es genial aunque aún no he podido leerlo.

Anónimo dijo...

¿Pero como se puede "encarcelar" la libertad de una manera tan atroz?¿No puedo salir de mi pueblo por mi caracter?. Menuda aberración. ¿Cómo el mundo permite esto?... es increíble!!!

besos y ánimos!!!

Anónimo dijo...

vergonzoso y aberrante...no puedo deciros nada más...

un fuerte abrazo hermanas, ross

PD: el lunes propondré a Maha como una de las 12 mujeres increíbles que hay en el mundo...se lo merece...os contaré si sale adelante

Anónimo dijo...

Bueno, creo que el tipo que justifica lo que hace pòrque se quiere ir a la India a comer setas es la máxima expresión del absurdo...si,sí. ese del orinal en la cabeza...

Anónimo dijo...

Increíble cómo ha ido tomando presencia vuestro trabajo. Estos Lápices empiezan a ser troncos y verdear..
Un beso enorme con el agradecimiento de quien pudo ver germinar y más tarde ir despuntando palitos, robustecerse, y llegar a escribir en el aire la letra del corazón.

Anónimo dijo...

Vamos a ver.. yo siempre que he viajado lo he hecho trabajando a cambio de techo y comida. No tengo otra posibilidad. Y me gustaría preguntaros si alguien como yo sería ayuda allí. En esas condiciones. Porque me lo estoy pensando. Un beso y vuestro voto.
con sonrisa para estos lapices :)