sábado, marzo 17, 2007

Horizontes y libertad.

El paisaje era espectacular desde el monte de las tentaciones. Todo el valle del Jordán estaba ante nuestros ojos. El horizonte se llenaba de pequeñas luces al caer el sol. Jericó…una de las ciudades más antiguas cuyo origen se remonta unos 10.000 años AC. Anochecía, y teníamos pocas horas para poder disfrutar más de Palestina. La despedida se acercaba.

Para poder subir a esta montaña, algo escarpada tuvimos que coger un teleférico. Curioso, un teleférico como el Teleférico de Montjuïc en Barcelona o el que hay en Madrid, en la Casa de Campo, salvo que este, estaba en Jericó y se llamaba Sultán.

Nos montamos y subimos lentamente, admirando las vistas. En las laderas de la montaña se pueden ver murallas y edificios de un complejo monástico ortodoxo griego, construido en la Segunda mitad del siglo pasado en el mismo sitio en que antes surgía una iglesia paleocristiana. Una gruta, transformada en capilla, indica el sitio en que Jesús ayunó por cuarenta días y cuarenta noches.
Nos dicen que hay monjes en clausura. Están en celdas independientes y que les suben la comida porque no salen de allí.
La verdad que tiene un aspecto algo misterioso y un tanto enigmático.


Una vez arriba nos pusimos a contemplar todo el valle.
Cuando descendimos, vimos una tienda de souvernirs y me llamó la atención unas postales que tenía en la caja.
El trabajador de la tienda me las regaló. Eran postales sobre la resistencia. Diferentes dibujos de chicos con el pañuelo palestino, con lemas de rebelión y lucha.
Maha me las guardó. Me dijo que me las enviaba por correo postal. Porque posiblemente tuviera problemas en el aeropuerto al verme con eso.


Comenzaba ahora, los preparativos de nuestra salida. Y comenzábamos a pensar de qué forma llevaríamos las maletas con nuestras cosas palestinas. La libertad, nuestro concepto de libertad de desmoronaba una vez más. Qué importancia llevar encima unas postales, el informe médico de Noor, la nena sorda, el pañuelo palestino...Y ese concepto de libertad cobra ahora si cabe más importancia, porque la vida sin libertad no tiene sentido.

*Beesan, colaboradora del Comité de mujeres, con nuestro pañuelo palestino.


En el centro de Jericó abundan tiendas con frutas, verduras, hay un clima fantástico de actividad. Compramos té y una bebida típica que sabe como anís pero algo más fuerte, se llama Arack Sabat. Las mujeres del comité comenzaron a buscar transporte para llevarnos de vuelta a Ramallah y preparar las cosas para irnos.
Maha nos condujo a una furgoneta y organizó todo. Nos acompañaría Nadia, otras tres mujeres, el hijo de una de ellas, de unos 10 años y el conductor junto con dos hombres palestinos que iban delante.
Y así nos despedimos de Maha, con un gran abrazo deseándola suerte en su vida, en su trabajo. Y prometimos vernos en España en breve. Y hasta que no arrancó el motor, no se fue. Vimos su silueta como se alejaba. Qué aspecto tan frágil tiene y que poderosa fuerza la envuelve en su constante lucha por unos férreos ideales. Los ideales...esos si que son a prueba de balas.


Partimos hacia Ramallah y ya era de noche.
Las carreteras apenas había luz y nos fundimos en la oscuridad. Hablábamos tranquilamente, mientras la música invadía todo el coche. Era música árabe muy alegre. Nos reíamos tranquilamente mientras recordábamos nuestras vivencias y así, de repente nos hicieron parar el coche.
Un check point en medio de la nada.
Un militar israelí abrió de repente la puerta de la furgoneta. Con fuerza. Nos miró a tod@s, con desprecio. Y en especial miró a Jacobo. De forma prepotente le preguntó que de dónde venía él. Se hizo un silencio sepulcral en el interior.
Una de las mujeres del comité por lo bajo, le dijo que respondiera que venía de Jerusalén. Le pidió el pasaporte de muy malas maneras. Vimos al niño de 10 años asustado, agarrotado. Lo pasamos mal por él. ¿Qué necesidad tiene un niño de ser testigo de esta violencia gratuita e innecesaria..?

Es extraño que un hombre se sienta en la parte trasera de un vehículo. Normalmente los hombres van delante, con el conductor. Entonces, Jacobo era sospechoso de terrorista, pues estaba "escondido" entre mujeres.

La tranquilidad de Jericó, la hospitalidad con que fuimos recibidas y los sentimientos que nos unieron, que hicieron que nuestro ánimo se elevara, desapareció de un plumazo. La indignación por el trato y la prepotencia de este militar era recíproca. Nos sentíamos parte ya de su pueblo y su indignación su impotencia era la nuestra.
Jacobo le dio el pasaporte y se marchó. Con una calma tensa, mientras veían la demás documentación de los acompañantes, esperamos.
Y ahora nos dio por pensar que sacarían a Jacobo del coche.

Continuará


15 comentarios:

alicia dijo...

Ninguna novela de ficción puede superar esto. Cuantos sentimientos mezclados: tristeza, miedo, preocupación, inquietud...pero como muy bien dices, los ideales de Maha y gente como ella son a prueba de balas. Todo mi apoyo para vosotras y vuestra causa.

Suzanne dijo...

Pienso como Alicia. Además me he quedado un poco impaciente por saber la continuación de la historia, porque esto es realidad y no es ficción. Y por ir con mujeres se puede parecer terrorista, que tristeza...

Mar dijo...

pues todas pensamos lo mismo la labor que haceis Alici es admirable y digna de imitar

una cosa es pensarlo y otra vivirlo verdad ?? sin libertad sin justica social sin esperanza ,solo la lucha


Que fuerte lo que contais espero esa continuidad

besos guapa ;)

Leicca dijo...

mi click de apoyo.
un beso.

Anónimo dijo...

saludos y clicks!
:)
este tipo de luchas es el unico camino.

Anónimo dijo...

saludos y mi apoyo de siempre!

Mar dijo...

saludos y buenos dias guapas ;)

Anónimo dijo...

aberrante, vergonzoso, de hombres de las cavernas....ufff....no sé como pudisteis aguantar y morderos la lengua.....me jode la prepotencia de estos crios militares que se creen en posesion del poder divino
¡¡¡QUE ASCO¡¡¡
UN BESAZO ENORME HERMANAS, ross

Leicca dijo...

ahí vamos con el apoyo.

Anónimo dijo...

Me recuerda un libro que lai... es una experiencia única.. muchos se la imaginan pero nunca es igual a vivirla..y se mezclan el entendimiento cotra el no entendimiento.. es una situación extraña..pero la libertad es lo más preciado que podemos tener..

saludos!

Anónimo dijo...

Las despedidas suelen ser tristes, ya que dejas una parte de tí en ese lugar y en la gente con la que has estado compartiendo durante un tiempo tantas y tantas vivencias, muchas de ellas vitales, pero también es cierto que con el tiempo , lo que perdura no es la melancolía de la distancia, sino precisamente esa parte, que ellos , dejaron en tí.

Besos.

RatWulf dijo...

Bueno...tengo unos cuantos posts pendientes de todo vuestro viaje...no tengo perdón, pero leyendo este último no puedo dejarlos pasar.

Espero que llegue pronto esa actualización para saber como continuó!


Besos!

RatWulf dijo...

Por cierto, pusiste que la ciudad de Jericó es del 10 a.C....por lo menos debbe ser del 1000 antes de, y si me apuras del 2000 a.C. Es una de las ciudades más antiguas que existen, los asentamientos cercanos a ella tienen unos 11.000 años (esto último lo acabo de sacar de la wikipedia, lo anterior de mis estudios de 1º de bup :D)

Besos!!

Alicia Mora dijo...

Jerjes,
las excavaciones en Jericó (Palestina) han demostrado que ya se había establecido el hombre allí hacía unos 10.000 años (A. de C.), los arqueólogos han sacado a la luz en aquel lugar, no menos de 19 estratos culturales diferentes, se hizo la reconstrucción de una de las primeras grandes urbes de Mesopotamia...
Aún así gracias por la errata me faltó unos ceros.
Un saludo.

Anónimo dijo...

A mi me pasa como a Ross que no se como pudisteis aguantar la prepotencia de estos crios militares.....en fin si me pongo en vuestra piel y creo que pensasteis en vuestra labor y en las personas que os acompañaban en esas circunstancias.Un beso y espero la continuacion de este post.