viernes, febrero 02, 2007

El muro que no cesa.

El primer ministro israelí, Ehud Olmert decidió hace unos días un cambio en la construcción del muro de Cisjordania para incluir dentro de Israel a 1.500 colonos de dos asentamientos judíos, lo que dejará aislados a 20.000 palestinos. Esta “barrera de seguridad” es prolongada, así se aseguran quedarse en la parte israelí en un futuro estado palestino.

Este muro de hormigón crece y se extiende como una mala hierba, alimentándose de obsesivos reclamos dictatoriales de colonos que se asientan, como si fuera suyo, una tierra usurpada, una tierra que llora y pide justicia.

Una prepotencia que ya no distingue razones, solo poderosos motivos territoriales excusándose de que este vergonzoso trazado es para evitar el terrorismo. Terrorismo…que palabra tan utilizada, tan manoseada. Según la RAE, es la sucesión de actos de violencia ejecutados para infundir terror, entonces, el muro es el terror. Porque, ¿no es terrorismo usurpar terrenos de cultivos, cortando de cuajo sus olivos para llevar a la ruina a los agricultores?. ¿Impedir accesos a hospitales, trabajos, colegios?, ¿usurpar el agua y la dignidad?.
Y ¿no es terrorismo derribar casas construidas con todo el esfuerzo que eso conlleva, a través de años de penurias y negaciones? Terrorismo por crear una barrera casi insalvable, psicológica.
Este muro no separa sólo terrenos, separa conciencias e intolerancia. El fracaso del diálogo y el entendimiento.
Echando mano a la historia, La Corte Internacional de La Haya, dependiente de la ONU, condenó este muro que Israel está construyendo y pidió su desmantelamiento.
La Corte consideró que la construcción del muro violaba la Convención de Ginebra de 1949, que defiende los derechos de los ciudadanos civiles en tiempos de guerra, como es el caso entre Israel y Palestina.
Y los derechos de los que se priva a los palestinos son, según la sentencia, "autoderminación, trabajo, asistencia, salud, protección, educación y libertad de movimiento".

También instó a indemnizar a los palestinos y puso en manos de la Asamblea General de Naciones Unidas (donde EEUU no tiene veto) tomar medidas contra su construcción y derribar lo construido sobre tierras palestinas confiscadas. Pero la decisión no fue vinculante y el Gobierno israelí se apresuró a advertir que no la aceptaba.
Entonces, existen otros muros, insalvables que están construidos en las mentes de los dirigentes israelitas pues al saber de la condena de la Haya el ministro israelí de Exteriores demostró su hormigón-cerebral al declarar que “esa sentencia irá al basurero de la historia." Con estas frases, tan gráficas, demuestra la indiferencia, la intolerancia con el pueblo palestino, separando la tierra en dos mitades, por un lado la prepotencia, la sinrazón y por otro lado, la condena, el destierro, al castigo colectivo.
No existe la cordura, sólo una poderosa injusticia que recorre sin mirar hacia atrás espacios con nombres y con una larga historia, ahora desmantelada. Una prepotencia brutal, que supera todos los límites de las normas básicas del respeto.

La caída del muro de Berlín fue gracias a un gran movimiento social, un movimiento revolucionario que germinó durante cuarenta largos años. Levantemos nuestra voz, creamos otra vez en el empuje social y denunciemos este muro que se alimenta de la desidia Internacional.
Denunciemos la separación, la incomunicación absoluta, la dignidad.
Tiremos con nuestra voz, pedazo a pedazo ese gris levantamiento. Y lo que puedo estar segura, es que nunca podrán poner muros entre nuestras ideas, las iniciativas, los sólidos argumentos, ni mil muros, diez mil como éste.
Post Alicia




8 comentarios:

Anónimo dijo...

Están los muros que se ven y los que no se ven (mentales) pero que son tan destructores y separan tanto como los físicos esos también caen en algunas ocasiones en otras se inconan y no dejan ver lo obvio y es que la destrucción de un pueblo se hace con el beneplácito del que calla y otorga ,del que mira para otro lado cuando al que se le daña es al vecino, esperó que algún día esos muros los físicos y los mentales caigan.

Anónimo dijo...

Excelente Blog compañero. Con tu permiso te añado a mis Trazas Perpendiculares ya que compartimos, sin duda, más de un punto en común en nuestra visión del mundo.

Saludos.

Anónimo dijo...

Encontré el muro que no cesa pero tuve que dar muchas vueltas. No sé que le pasa a este internet...que no me deja engancharme a la cruda realidad...

Anónimo dijo...

Excelente blog seguir así. saludos

RatWulf dijo...

Muy buen artículo...y la tristeza es que sí, que aunque podamos elevar nuestra voz una y otra vez, hasta el fin de los tiempo...siempre habrá gente con muros en la cabeza, que se encanragrán de construir esas paredes de hormigón...


Un saludo

Anónimo dijo...

MM, un muro que es una vergüenza para la humanidad.
Comparto con tu visada de que todos perdemos con eso. El presente y el futuro, los israelíes y los palestinos. La humanidad merece cosa mejor, estamos hartos de excusas para esconder lo robo y la intolerancia. Que la razón sobrepase la locura da política manipulada por las iglesias, sea mezquita, católica o sinagoga. Un grande abrazo para ti.
Z.

Anónimo dijo...

Ayer estuve viendo (ya me vale) el documental de "muerte en Gaza" de James Miller... Una de las frases que decían es que querían mostrar en el documental es si el futuro, los niños, traerían la paz o la guerra... Y tal y como vi las cobardes actitudes israelis y la manipulación a la que someten los paramilitares palestinos... pude ver como se alimenta el odio y la venganza en las futuras generaciones.

La muerte de un martir es una victoria para Hamas... que estupidez. La muerte, la pérdida de una persona, nunca será una victoria.

Sea por la muerte de un familiar cercano, sea por manipulación... las generaciones futuras están criándose en las ideas de que morir es una liberación, de que es una honra... serían felices inmolándose... Se curten en un ambiente de odio, creyendo que la libertad pasa por aniquilar al enemigo...

La labor de lápices precisamente es tan importante. Porque detrás de la infancia hay alegría, hay risas... No es bueno que se juegue con la inocencia.

Un abrazo, amigos.

Alicia Mora dijo...

Keku, a eso se le llama publicidad mediática. Carteles de mártires, paraiso terrenal y mil historias. Es un conflicto que lleva muchos años, casi tres generaciones.Nacer, crecer e intentar vivir en esas condiciones es duro, muy duro. La violencia está asentada, incrustrada hasta en las paredes, hasta en ese muro de hormigón que no cesa...
Un abrazo.
Jerjes: Gracias!